LIBERTAD DIGITAL 08/02/17
· El retraso de los acusados tras una procesión de más de una hora estuvo a punto de provocar la suspensión de la primera sesión del juicio a Mas.
En medio de una brutal presión ambiental, los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús Barrientos, Carlos Ramos y Eduardo Rodríguez, decidieron no suspender la primera sesión del juicio al expresidente de la Generalidad, Artur Mas, y las exconsejeras Joana Ortega e Irene Rigau por el referéndum del 9 de noviembre de 2014. Según fuentes del equipo de defensores de los encausados, Barrientos, presidente del tribunal, les notificó que si no estaban dentro de las dependencias judiciales a las nueve y media, se verían obligados a suspender la sesión.
Mas, Ortega y Rigau llegaron por los pelos. Tras un paseo de más de una hora por las calles de Barcelona, desde la plaza de San Jaime hasta el TSJC, un recorrido de diez minutos a paso normal, hacían su entrada triunfal en sede judicial tres minutos antes del plazo fijado. Fuera, los altavoces dispuestos a lo largo del paseo Lluís Companys, atronaban. A veces eran consignas, otras, conexiones con Catalunya Ràdio y la emisora del grupo Godó, RAC1. Gritos de independencia, reiteradas interpretaciones de Els Segadors y L’estaca. Antes y después de la llegada de Mas, Ortega y Rigau, acompañados por el presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, y la presidenta del parlamento, Carme Forcadell, los concentrados frente al TSJC (40.000 según la Guardia Urbana, menos de 20.000 según Sociedad Civil Catalana) ensayaban un 11-S en miniatura cuyo volumen traspasaba los muros de la sede judicial.
El protocolo separatista funcionó a la perfección. A las ocho, discurso de Puigdemont. Veinte minutos después, salida conjunta desde el palacio de la Generalidad a paso de procesión y con paradas para cantar los himnos separatistas en el Fossar de les Moreres, el Borne y el Arco del Triunfo. Mas marcaba territorio y se dirigía al cadalso a su paso, con la cabeza alta y henchido.
Maquillado literalmente como Pujol
Maquillado para la ocasión al igual que estilaba su padrino político, Jordi Pujol, cuando protagonizaba mítines y actos sociales con cámaras de por medio, con un bronceado a la altura de sus ínfulas estatutarias, Mas se sometía a un baño de multitudes que era un aviso para los jueces y para quienes le dan por acabado, Oriol Junqueras incluido.
Los escoltas de las autoridades autonómicas disuadían a los fotógrafos que querían acercarse demasiado, pero dejaban paso a los destacados de los medios de la Generalidad para recabar las impresiones de Mas durante el vía crucis.
Su candidatura cobra fuerza y el entusiasmo mediático tiene efectos euforizantes sobre el PDeCAT, las nuevas siglas de Convergencia. Mas es un héroe y un mártir, como en menor medida Homs, Rigau y Ortega, todos de CDC menos la última, que se hizo sobre la marcha del proceso del sector «soberanista» de la extinta Unió. En cambio, ERC, partido al que todas las encuestas dan como vencedor en las prospecciones de unas autonómicas, no cuenta con ningún investigado.
En el plano de las facciones separatistas, el golpe de efecto de Mas con la ANC y la Asociación de Municipios por la Independencia revitaliza a CDC y relativiza las expectativas demoscópicas sobre ERC. Hasta en la hipótesis de una inhabilitación, un recurso ante el Supremo permitiría a Mas encabezar una lista electoral.
En cuanto al Gobierno del PP, el separatismo redobla su desafío, repudia a los tribunales, en la sala y en la calle, y se empecina en la celebración de un nuevo referéndum que, como antaño, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el mismo presidente Mariano Rajoy dicen que no se va a celebrar.
Estrategia jurídica
Por si acaso, la estrategia de los abogados defensores va encaminada a mostrar que sus clientes eran unos auténticos irresponsables que no fueron advertidos adecuadamente de que celebrar el 9-N podía acarrear consecuencias jurídicas relacionadas con la comisión de delitos del tipo de la desobediencia y la prevaricación.
Mas tiene todos los frentes cubiertos y ha logrado convertir su deposición a preguntas de su abogado, Xavier Melero, en un combinado de descargos y alegatos políticos que Barrientos ha intentado atajar en un par de ocasiones por las groseras reiteraciones y faltas de respeto al tribunal en las que incurría. Tuvo que recordarle Barrientos que no estaba sentado en el banquillo en calidad de molt honorable sino de acusado y que no era a él a quién correspondía hacer preguntas sino responderlas. El chispazo se produjo cuando Mas se preguntó «¿cómo es que el Tribunal Constitucional no hizo nada para detener la consulta?».
La profesora que cumplió la ley
Este martes continúa el juicio. Debe declarar, entre otros testigos, Dolores Agenjo, la exdirectora de un instituto del Hospitalet de Llobregat que se negó a abrir el centro para la votación ilegal. Fue la única que se negó a cumplir las órdenes de la consejería de Educación, en aquellos momentos en manos de Irene Rigau.
La Assemblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural, la Associació Catalana de Municipis (ACM) y la Associació de Municipis per la Independència (AMI) no han convocado ninguna concentración ni hay recomendación de que los funcionarios pidan un día de asuntos propios.