ABC – 29/12/14
· Confía en el Estado para cuadrar unos presupuestos que elevan a 341 millones el gasto en emisoras públicas y subvenciones a empresas privadas.
Los números no cuadran. Pero TV3 no se toca. Los presupuestos de 2015 elaborados por el Gobierno de Artur Mas, que se ha encomendado al dinero del Estado para que esas cuentas sean creíbles, prevén un gasto de 341 millones de euros para medios de comunicación social, de los cuales 240 van destinados a la televisión y a la radio pública catalana. Cifras que suponen un aumento respecto a 2014 y que demuestran, un año más, que el aparato de propaganda del presidente catalán no entiende de crisis y que TV3 sigue siendo la televisión autonómica más cara de España.
Desde 2011, Mas ha invertido un total de 1.819 millones de euros en esos medios públicos y privados, lo que permite al director de TV3 tener un sueldo que duplica al de Mariano Rajoy. Gracias a esas partidas, el Ejecutivo autonómico dispone de un Consejo Audiovisual que frena cualquier denuncia relacionada con el sesgo ideológico y el proselitismo independentista existente en las televisiones que emiten en Cataluña. Asimismo, la Generalitat concede generosas subvenciones a medios privados afines al proyecto secesionista del líder de CiU. Se da la circunstancia de que este año, la Generalitat ha hecho cuadrar sus presupuestos para 2015 con dinero que, según afirma, le adeuda el Gobierno, un total de 2.200 millones correspondientes a las inversiones que regula la disposición adicional tercera del Estatuto, el Fondo de competitividad y la compensación por la suspensión del impuesto sobre depósitos bancarios. Dicho de otra manera: Artur Mas pretende financiar sus medios de propaganda secesionista con fondos del Gobierno de España.
Recortes sociales
Así, mientras en los años más duros de la recesión las partidas destinadas a sanidad menguaban –en tres años se recortaron 1.586 millones, según publicó ABC en su edición del 16 de agosto–, las correspondientes a medios de comunicación apenas se han visto alteradas. Eso sí, únicamente las empresas privadas que utilizaban el catalán han sido merecedoras de ayudas públicas. Así, el dirigente nacionalista ha visto garantizada la difusión de su ideario independentista y del progreso de su hoja de ruta hacia la consulta del 9 de noviembre, momento álgido de su acción de gobierno. La televisión y la radio autonómicas no han escatimado medios materiales y humanos para retransmitir en directo las manifestaciones de la Diada, la celebración del Tricentenario de 1714 o la votación soberanista del 9-N. Mientras, la amenaza de un ERE planeaba sobre TV3, cuyos trabajadores llegaron a encerrarse en las instalaciones de Sant Joan Despí (Barcelona) y «secuestrar» a sus directivos.
Además de las críticas a la situación laboral, los empleados de la televisión catalana han elevado su voz contra la manipulación informativa. El Consejo Profesional de TV3 criticó la escasa cobertura de la comparecencia del expresidente Jordi Pujol en el Parlamento catalán tras confesar su evasión fiscal, mientras calificaban de «sobredimensionda» la retransmisión de la firma del decreto de convocatoria de la consulta y de las manifestaciones de protesta contra la suspensión del 9-N decretada por el Tribunal Constitucional. También el Sindicato de Periodistas de Cataluña ha cuestionado el despliegue mediático en la Diada, así como los partidos políticos de la oposición, PP, Ciudadanos y PSC.
Incluso ya hay altos cargos de la Generalitat que critican la línea editorial de la televisión catalana. El secretario de Vivienda de la Generalitat, Carles Sala (CDC) tildó de «mediocre» la emisora pública y lamentó que «haya tanta falta de rigor y tanta falta de contraste en las informaciones». Reproches más duros recibió el documental «L’endemà», emitido por TV3 el pasado día 17, en el que se comparaba el proceso catalán con el maltrato a las mujeres. La Generalitat subvencionó esa producción con 35.000 euros.
Expediente a tres radios
Los contenidos de las tertulias, los reportajes y los documentales de TV3 donde se hace apología del secesionismo han sido objeto de denuncias ante el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), órgano que vela por el contenido de las televisiones y radios que emiten en territorio catalán. Su presupuesto ha aumentado este año, al pasar de los 5,2 millones de euros del año pasado a los 5,5 millones que recogen los presupuestos de 2015. Las mayorías parlamentarias están presentes en la composición de del CAC y, cuando hay empate en la votación de sus consejeros, su presidente, Roger Lappacher, hace valer su voto de calidad para decantar las resoluciones.
ABC – 29/12/14