ABC 28/03/16
BIEITO RUBIDO
En el debate político faltan ideas y sobran personalismos. Ni siquiera Pablo Iglesias, aunque presume de ello, aporta idea alguna, más allá de especular sobre quién ocupará un ministerio. España no es muy distinta al resto de los países occidentales. Se ha instalado una nueva inquisición: lo políticamente correcto. Esto es lo que debilita a Occidente y explica lo que está aconteciendo en el mundo. Necesitamos más Hayek frente a Keynes y menos fundamentalistas. Libertad en la duda y defensa de lo esencial a la convivencia y a la dignidad humana. Esta persecución a la libre confrontación de ideas solo empobrece el creativo territorio del progreso. Estamos involucionando porque falta biodiversidad ideológica, porque no se acepta la idea del contrario, porque se odia al que piensa distinto a nosotros; en definitiva, porque creemos poco en la democracia. Vivimos en una sociedad con muy pocos demócratas. Incluidos muchos políticos. Hoy volverán a aburrirle con las idas y vueltas de la prosaica actualidad, pero lo trascendente, precisamente, está en retroceso.