ABC – 26/01/15
· Llamadas y SMS confirman que el hijo del expresidente actuó de intermediario.
Llamado a serlo todo en CDC, durante años ejerciendo de delfín de Artur Mas, Oriol Pujol, el benjamín del clan, estaba llamado a dar continuidad política a la saga Pujol. Ahora se ahoga judicialmente, sobrepasado por la ola de evidencias que le retratan como un comisionista, aprovechándose de su posición privilegiada para ejercer de intermediario entre empresarios afines y el presidente catalán. Esta es la tesis de la fiscalía y del juez que instruye el llamado caso ITV, en el que nuevas evidencias en forma de SMS y de conversaciones telefónicas confirman que el presidente catalán accedió a las peticiones de Oriol Pujol, en ese momento portavoz del grupo de CiU en el Parlamento catalán.
En este sentido, los pinchazos, incorporados al sumario de las ITV, vienen a confirmar que Oriol Pujol habría cobrado comisiones ilegales –se estima que sobre el medio millón de euros, 499.060 euros, concretamente– a cambio de hacer gestiones políticas a favor del empresario y amigo suyo Sergi Alsina, que actuaba como asesor en el proceso de deslocalización de varias empresas instaladas en Cataluña como Yamaha o Sharp. Según se desprende de las conversaciones y mensajes intervenidos, las gestiones de Pujol fructificaron, ya que el propio presidente Mas tuvo un papel relevante en las negociaciones.
Se trataba, en el caso concreto de Sharp, de encontrar otra empresa que se quedase con los activos y no perder así actividad industrial. Se piensa en Cirsa, propiedad de Manel Lao, a quien Oriol Pujol pone en contacto con el presidente Mas. En un SMS del 5 de enero, Pujol le dice a su amigo Alsina: «Sergi, ya he hablado con Manel Lao hijo. También he hablado con Mas y podría ser que llame a alguno de los dos». Casi dos semanas más tarde, el 17 de enero, Pujol y Alsina hablan por teléfono, confirmando el contacto: «A ver, Artur habló con Manel», le cuenta el empresario al político, y «Manel padre le transmitió la sensación de que les podría interesar».
En el escrito en el que la Fiscalia hace una ampliación de la imputación, se sostiene que Oriol Pujol participó «directa e indirectamente en las negociaciones», siendo su intervención «intensa y decisiva y claramente beneficiosa para los tres implicados (Alsina, Pujol y su esposa) gracias a los relevantes cargos políticos que ostentaba». El papel de Oriol Pujol, remacha la Fiscalía, facilitar el «acceso» al presidente de la Generalitat: «Gracias a su labor fundamental», la operación «tuvo el éxito esperado».
«Puedo hacer lo que creas…»
En otro caso de reconversión industrial, el de Yamaha, Pujol vuelve a hacer gala de su influencia. «Soy el presidente del grupo, puedo hacer lo que creas de cara a Yamaha.». De igual modo, el 21 de noviembre, ambos mantienen una conversación en la que aluden al consejero de Industria, Francesc Xavier Mena, poco cooperador en el proceso. «Si recibe un mail, una nota del president, diciendo escucha agradecemos la predisposición en el proceso de reconversión y que os pedimos que cuidéis de alguna manera…», apunta Alsina. Pujol responde presto: «Envíame, envíame mañana si te parece el comentario que tú…», para rematar, luciendo su capacidad de ser el apuntador de Mas: «Yo le diré, mira president, solo que hagas esta llamada y digas esto y que además añádeme…».
De las conversaciones se deducen también las tensiones internas dentro del ejecutivo de Mas, señalando Pujol como «esperpéntica» la prentensión del consejero de Justicia de implicarse en un caso o tachando a Mena de «burro» y «desgraciado».
ABC – 26/01/15