EL MUNDO 19/10/13
· La vicepresidenta del Gobierno llama a la prudencia del Ejecutivo catalán
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, defendió su decisión de no asistir al acto de Foment del Treball del jueves –al saber que el protocolo determinaba que fuera la presidenta en funciones del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien presidiera el encuentro empresarial– afirmando que lo hizo para «mantener la dignidad y el prestigio» de la institución que representa. Según Mas, no actuó desde el enfado sino desde la contundencia, para dejar claro el orden protocolario de los actos que se realizan en Cataluña.
Para el presidente catalán, en ningún caso se trató «de un puñetazo sobre la mesa», sino que pretendió «dejar claro que en Cataluña, si no viene algún miembro de la Casa Real, el presidente del Gobierno español, del Congreso o del Senado, los actos los preside el presidente de la Generalitat». «Esta norma no se puede perder, y menos en los tiempos actuales», añadió Mas.
En este sentido, el líder de CiU aseguró que el presidente del Gobierno catalán es quien más «tiene que preservar» el prestigio de la Generalitat y negó que su reacción fuera fruto del «enfado» y que en ningún caso estaba molesto con la patronal, organizadora del acto. «Se me invitó para presidirlo –concretó– y pocas horas antes se nos informó de que las condiciones para las cuales había sido invitado habían cambiado», expresó Mas, durante una visita al Pirineo de Lérida. Así, viendo que la Generalitat, «máxima institución del país, quedaba en segundo orden», optó por no permitirlo y mantener su «autoridad».
Tanto la actitud como las declaraciones del presidente Mas recibieron la respuesta de la presidenta en funciones del Gobierno durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que también presidió. Para Sáenz de Santamaría, el presidente Mas debería ser «prudente». «Por lo que yo ayer pude ver en Barcelona, hago una apelación a la estabilidad y a ser prudentes en abrir procesos que luego, los que los promueven, no saben ni siquiera cómo cerrar o cómo acabar», dijo Sáenz de Santamaría.
«Los gobernantes estamos para encontrar soluciones y no para iniciar procedimientos que nos llevan a situaciones que son difícilmente explicables y que generan problemas al conjunto de la ciudadanía», destacó, para insistir en que el Gobierno de España tiene que cumplir la ley y lo va a hacer, en referencia a una probable declaración unilateral de independencia del Parlamento catalán.
La número dos del Ejecutivo de Mariano Rajoy insistió, como ya hizo la noche del jueves en su discurso ante los más de 200 empresarios que acudieron a la sede de Foment del Treball para la tradicional entrega de las medallas de la institución, que era muy significativo que hubiesen coincidido en el mismo las tres administraciones y que ese era el camino para sacar adelante el país. «No era la casa ni de uno ni de otro, sino la casa del empresariado catalán y todos teníamos algo que decir porque todos somos allí Gobierno, cada uno en su parte de competencias y responsabilidades», sentenció.
Desde la oposición, la portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, calificó de «tremenda irresponsabilidad» el «espectáculo» entre el presidente Mas y Sáenz de Santamaría.
En Cataluña, el portavoz del PP en el Parlamento, Enric Millo, aseguró que sentía «vergüenza» por la actitud del presidente de la Generalitat, que no sólo hizo un desplante, sino que además dio la espalda a los empresarios catalanes. «Hizo el ridículo», aseguró Millo a Europa Press.
Por su parte, desde Ciutadans lo que acaeció la noche del jueves es una «rabieta basada en la soberbia», al tiempo que refleja que el Ejecutivo catalán «da pasos» para romper «todos» los puentes de diálogo con el Estado. El secretario general de Ciutadans, Matías Alonso, como el PP, evidenció el plantón a los empresarios catalanes que, argumentó, están empezando a mostrar su preocupación ante la «deriva» del Govern.
Cabe recordar que la patronal Foment del Treball es una de las pocas instituciones catalanas que ha rehusado participar en el acto constitutivo del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir.