EL PAÍS 13/12/12
El encuentro aprueba una declaración conjunta de partidos y comunidad educativa a favor de la escuela catalana
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Artur Mas logró este miércoles el apoyo de todos los partidos catalanistas para no aplicar en Cataluña la reforma educativa que promueve el ministro de Educación, José Ignacio Wert, si esta no garantiza el mantenimiento del actual modelo escolar, que tiene el catalán como única lengua vehicular. El Gobierno catalán evitó citar la palabra insumisión, pero sí hizo suya, junto al resto de partidos catalanistas, una declaración que llama a rechazar el borrador de Wert y que la Generalitat considera un aval para actuar de forma “unilateral” y a aplicar solo la Ley de Educación de Cataluña si Wert no rectifica e insiste en cambiar el modelo lingüístico, que consideran “un éxito”.
Mas consiguió esta demostración de fuerza tras una breve pero solemne reunión en el Palau de la Generalitat en la que participaron todos los partidos que defienden la inmersión escolar en catalán: Convergència i Unió (CiU), Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Esquerra Republicana (ERC), Iniciativa per Catalunya (ICV) y la Candidatura de Unitat Popular (CUP). Quedaron fuera de la reunión el Partido Popular y Ciutadans, que en su día no votaron la Ley Catalana de Educación (LEC). En el encuentro también estaban presentes miembros del Consejo Escolar de Cataluña. Con matices todos asumieron que se debe negociar para modificar el borrador presentado por Wert con el objetivo de mantener el catalán como única lengua vehicular. Si no hay acuerdo, apostaron por aplicar la ley catalana.
“Nos hemos emplazado a actuar a través de la ley catalana actual y a hacerlo de manera unilateral, atendiendo el marco competencial marcado por el Parlamento catalán”, aseguró el secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya, Oriol Pujol.
También el PSC es partidario de aplicar la ley catalana, que estipula que el catalán es la única lengua vehicular en la escuela catalana, aunque fue más cauto a la hora de no acatar la ley Wert cuando sea aprobada. “Seguiremos los trámites legales y si hay algún resquicio para que se aplique la ley de Educación de Cataluña defenderemos esta opción”, terció el primer secretario del PSC, Pere Navarro. “Las leyes se tienen que acatar”, añadió. Navarro avanzó que el frente común surgido este miércoles se podría plasmar en iniciativas futuras, como el acuerdo de enmiendas conjuntas a la ley Wert por parte de los partidos catalanes presentes en el Congreso. “Creo que no habrá problemas para que el PSOE se sume a ello”, anheló. Hasta ahora, los intentos de los partidos catalanes para hacer un frente común en las Cortes casi siempre han fracasado.
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, abogó por elevar las enmiendas a la reforma educativa hasta el Parlamento Europeo y aseguró que las decisiones del Gobierno español “nos obligará a tomar posiciones de resistencia para defender nuestro modelo educativo”.
Iniciativa marcó la diferencia y, aunque avala el manifiesto pactado este miércoles, incidió en que la reforma educativa no solo afecta a la cuestión lingüística. “No queremos ninguna segregación ni por motivos de lengua ni por motivos económicos. Lo primero es lo que quiere el ministro Wert; también lo segundo, pero con la ayuda del Gobierno de CiU”, espetó el secretario general, Joan Herrera.
El diputado electo de la CUP Quim Arrufat apuntó que la escolarización en el idioma propio de Cataluña “es un derecho social básico de la ciudadanía” y apostó por realizar una doble oposición a la reforma educativa: a nivel político y en la calle, vía manifestaciones de protesta.
Los partidos suscribieron la declaración surgida del Consejo Escolar de Cataluña, reunido de forma extraordinaria también este miércoles, en defensa del modelo catalán de inmersión lingüística. El manifiesto tacha la ley Wert de “inaceptable” porque intenta “imponer una normativa que menosprecia la lengua y la cultura catalanas en la educación”. El Consejo también asegura que la reforma educativa “imposibilita la inmersión lingüística ya que establece la segregación de los alumnos por razones de lengua”. La institución pide la retirada de la ley Wert por ser “inconsistente con la realidad educativa catalana” e “incompatible” con el Estatut.
La Generalitat considera el manifiesto un “mandato” con el que defender la escuela catalana ante el Gobierno. Y así lo hará la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, que este viernes se reunirá con el ministro Wert para negociar los aspectos más espinosos para Cataluña de la nueva reforma educativa. La Generalitat asistirá a este encuentro con actitud combativa y reclamando una “enmienda profunda” de la Lomce, “que más valdría que se retirara”, apostilló Rigau. “Después del acuerdo de hoy el ministro tiene que reflexionar mucho y retirar la ley, porque las reformas educativas no se imponen”.
Rigau reiteró que la ley Wert “altera el reparto competencial” en Educación entre comunidades y Estado. “Si el texto avanzara tal y como está, la Generalitat perdería las competencias sustanciales en primaria, secundaria y educación superior”, alertó Rigau, que volvió a advertir que el Gobierno catalán llevaría la reforma educativa al Tribunal Constitucional si no se modifica de forma sustancial.