ABC – 30/07/14
· «El país está por encima de las personas», afirma el presidente autonómico.
· «No se para» «La hoja de ruta está definida, aquí no se para nada», advirtió ayer el presidente de la Generalitat Golpe al nacionalismo En La Moncloa se considera que CiU pierde legitimidad con la confesión de Pujol.
Artur Mas se entrevista hoy con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en pleno escándalo por la evasión fiscal cometida por Jordi Pujol. Pese a los intentos del dirigente catalán por separar este caso del proceso secesionista que lidera —calificó de «asunto personal» la existencia de una cuenta oculta en Andorra—, lo cierto es que la caída en desgracia del hasta ahora referente moral de Convergència i Unió (CiU) se produce en el peor momento para él: a escasas semanas de que convoque, supuestamente, una consulta sobre la independencia de Cataluña.
De esta consulta se hablará en el encuentro que el líder nacionalista mantendrá en La Moncloa con Rajoy. Porque, según dijo ayer Mas, «el país está por encima de cualquier persona, por importante y relevante que sea». Un enfoque muy diferente al que tuvo el propio Pujol en los años noventa del pasado siglo cuando fue investigado por el caso Banca Catalana, que calificó como «un ataque a Cataluña».
«La hoja de ruta está definida, aquí no se para nada. Es un momento duro, pero el país va adelante en todos los sentidos», dijo el presidente autonómico, quien insiste en su desafío. Acude a la cita con Rajoy dispuesto a hablar de todo: de la crisis, de las finanzas catalanas… Pero sobre todo de una consulta que, según el consejero de Presidencia y portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, «queremos que sea legal, en eso coincidimos con PP y PSOE», dijo en alusión al encuentro mantenido el lunes con Rajoy con el nuevo jefe de la oposición, Pedro Sánchez. Ambos rechazaron un referéndum ilegal, pero Homs les echó en cara que no ofrezcan una «alternativa» al proceso de Mas. «El frente anticonsulta tiene los pies de barro porque no tiene un proyecto alternativo», dijo el número dos del Ejecutivo autonómico, tras subrayar que la consulta es fruto de la voluntad del pueblo catalán, no una decisión personal de Artur Mas.
Ante el previsible fracaso de la reunión, en CiU se ha recuperado la idea del adelanto electoral e incluso se habla de un Gobierno de concentración. Pero ERC, socia de Mas en esta legislatura, no quiere oír hablar de planes B, pues a su juicio, eso implica renunciar a la consulta, prevista para el 9 de noviembre, previo decreto de convocatoria que el Ejecutivo autonómico basará en una ley de consultas catalana pendiente de aprobación en el Parlamento catalán. En esa norma reside la «legalidad» que defiende Mas. La misma que exigirá a Rajoy en materia económica pues, según la Generalitat, el Gobierno no cumple determinadas sentencias del Tribunal Constitucional (becas, gestión del 0,7% para el tercer sector, ley de la Dependencia…) y, según recordará Mas a Rajoy en su entrevista, la política fiscal e inversora del Estado perjudica a Cataluña.
Firmeza contra la consulta
Rajoy recibirá en La Moncloa al presidente de la Generalitat como a cualquier otro dirigente autonómico. Le espera a las 11 de la mañana en el edificio del Consejo de Ministros, para una reunión que podría alargarse hasta la hora de la comida. El jefe del Ejecutivo escuchará, pero su mensaje será el mismo de siempre: la consulta independentista que propone Mas es ilegal, no se puede convocar y no se va a celebrar. Una posición, recordará, que está respaldada por el voto mayoritario del Congreso de los Diputados y por el Tribunal Constitucional.
El presidente del Gobierno mostrará a Mas que no está solo ni mucho menos en esa posición de firmeza: le apoya el nuevo líder del PSOE, Pedro Sánchez, como comprobó el lunes pasado, en otra reunión en La Moncloa. A partir de ahí, Rajoy está dispuesto a hablar con Mas de los problemas que afectan a los catalanes, sobre todo relacionados con la crisis y el empleo.
Desde el Gobierno se considera que la confesión de Jordi Pujol ha supuesto un duro golpe para CiU y Artur Mas en un momento clave de su estrategia independentista. Fuentes de Moncloa señalaron que el nacionalismo ha perdido legitimidad y credibilidad ante este escándalo en su mismo núcleo.
ABC – 30/07/14