EL MUNDO – 18/12/15
· La influyente corriente Endavant pide mantener el veto en la asamblea del 27 de diciembre.
Los candidatos de Convergència y de Esquerra tratan de movilizar a sus alicaídos simpatizantes con la promesa de que el acuerdo para desbloquear la legislatura catalana es inminente. El objetivo es evitar que el 20-D los partidos no independentistas se impongan en la comunidad, pero las señales que lanza la CUP van en sentido contrario.
Endavant, una de las corrientes internas más influyentes del partido anticapitalista, hizo público ayer un documento en el que pide que la asamblea del 27 de diciembre mantenga el veto a Artur Mas como presidente de la Generalitat.
La CUP presentará a su militancia ese día cuatro propuestas. Dos de ellas plantean investir a Mas, bien dando además apoyo al «plan de choque social» que negocian con Junts pel Sí, bien cediendo dos votos para evitar que se repitan las elecciones. Las otras dos sugieren mantener el veto y resignarse a la repetición de los comicios o seguir negociando con la esperanza de que Convergència y Esquerra cedan en el último minuto –tienen hasta el 10 de enero– y propongan a otro candidato a president.
Después de que se pronunciaran a favor de facilitar la investidura voces como la de David Fernàndez, el ex líder del grupo parlamentario, ayer fue Endavant quien insistió en la necesidad de vetar a Mas. El comunicado es duro: rechaza el relato «impuesto desde el soberanismo convergente y desde determinadas voces mediáticas» de que el actual presidente de la Generalitat es imprescindible para que continúe el llamado proceso soberanista.
«El debate no es escoger entre nuestra alma nacional y nuestra alma social, ni planteamientos similares. He aquí la pregunta clave del debate: ¿investir a Artur Mas y continuar dando en exclusiva el mando político de la autonomía y del proceso a CDC nos acerca a la independencia en una parte de la nación o nos aleja?», se plantea Endavant, la organización de la que forma parte, por ejemplo, la portavoz del grupo parlamentario de la CUP y número dos en las elecciones del 27-S, Anna Gabriel.
El documento, de 24 páginas, llega a la conclusión de que no hay que «ceder todo el capital político independentista depositado en la CUP a un proyecto neoautonomista y de refundación de la derecha pujolista». «Ni Mas ni CDC tienen ningún tipo de crédito ni solvencia en su defensa de la independencia nacional. Nunca lo han demostrado», añade.
«Proponemos un no a la investidura de Artur Mas y un no a que CDC continúe ostentando en exclusiva las palancas de mando del proceso. Esta posición no debe ser replanteable por un plan de choque rebajado y sin garantías de cumplimiento», añade el texto, en clara contraposición a la propuesta de David Fernàndez.
EL MUNDO – 18/12/15