EL MUNDO 02/02/13
· Avisa a Oriol Pujol de que «se tomarán las decisiones que se deban tomar» si lo imputan.
Artur Mas no quiso quedarse al margen del gran debate nacional sobre la corrupción que se ha levantado a raíz del caso Bárcenas. Pero como CiU se ha visto implicada últimamente en varios asuntos turbios -como el caso Palau o el caso Pallerols- y al presidente catalán no le gusta que se lo recuerden, prefirió entrar en él proponiendo una reunión para la semana que viene para incrementar el «control de la acción pública e institucional».
Una de las razones por las que le preocupa la corrupción es porque cree que perjudica «la transición nacional» que ha emprendido al frente de la Generalitat y a su hoja de ruta para celebrar una consulta de autodeterminación. También, según afirmó el presidente catalán, las supuestas irregularidades cometidas por políticos podrían retrasar la «recuperación económica».
Mas convocó por sorpresa el jueves la rueda de prensa de ayer, que le sirvió para anunciar la reunión contra la corrupción de la semana que viene. Están convocados la presidenta del Parlamento catalán, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, el fiscal superior de la comunidad, el síndic de Comptes (el encargado del Tribunal de Cuentas catalán), el síndic de Greuges (equivalente al Defensor del Pueblo) y el director de la oficina Antifraude de la Generalitat.
El president anunció que pedirá a todos ellos «ideas» para luchar contra la corrupción, aunque no concretó más. No invitará a los partidos políticos, y algunos de ellos, como el PSC, ya se han quejado de ello. «Nos cuesta entender que no se incluya a los actores principales, que son los partidos», afirmó su portavoz, Maurici Lucena.
Aunque era evidente que Mas buscaba aprovechar el caso Bárcenas para realizar, por comparación, un «lavado de cara» de CiU -como dijeron desde ICV-, tuvo también que afrontar preguntas sobre los casos de corrupción que afectan a dirigentes o ex dirigentes de su formación.
El president no quiso, sin embargo, distinguir -como sí han hecho en las últimas horas destacados portavoces mediáticos del nacionalismo- entre los políticos catalanes y los del resto de España. «Aquí probablemente nadie lo hace bien, todo el mundo lo puede hacer mejor, o mucho mejor», afirmó. No obstante, habló poco de los principales casos que afectan a CiU.
Pero hubo una excepción significativa: la que hizo cuando se refirió a la posible imputación del secretario general de la federación, Oriol Pujol, en el caso ITV.
«Lo que salga saldrá, y las decisiones que se deban tomar se tomarán», dijo. Y aunque quiso diferenciar entre las figuras de imputado y condenado, Mas añadió: «Cada uno personalmente debe actuar cuando se halla en una situación de éstas, debe saber si se puede defender mejor ocupando su responsabilidad o dejando de ocuparla. Y eso llega a ser muy personal».
También pidió que los partidos unifiquen el criterio sobre qué hacer con los imputados. «No es necesario provocar una dimisión cada vez que hay una imputación», porque «la imputación es un mecanismo de defensa ante un proceso judicial y no una condena», dijo.
EL MUNDO 02/02/13