César Alonso de los Rios, ABC 17/11/12
Por su parte, Felipe González ha declarado que no es lícito utilizar el recurso democrático de los votos para cambiar otras condiciones asimismo democráticas. Lo ha dicho, eso sí, cuando fue él quien basó su estrategia en un pacto permanente con los nacionalistas. Así quedaría fuera de juego el PP. Pobre iluso: un buen día Pujol le negó el voto para los presupuestos y él cayó envuelto entre los maleantes de Filesa y los terroristas de Estado. A pesar de ello los socialistas siguieron alimentando las tesis de los nacionalistas hasta que Artur Mas y el hijo de Pujol y el propio Pujol han decidido que el futuro de Cataluña debe ser resuelto por el «pueblo» catalán.
En contra han salido dos manifiestos, iguales y diferentes a la vez, que van a dar juego entre socialistas aunque no siempre sean socialistas los firmantes. Porque lo interesante de estos textos es comprobar la indefinición que venían permitiendo las cúpulas del PSOE y del PSC respecto a la definición de Cataluña, esto es, su calculada ambigüedad y la manifiesta inmadurez .
No cuadra, sin embargo, que algunos de los firmantes se escandalicen de que Mas, y el hijo de Pujol y Pujol mismo vengan a terminar con el oasis catalán cuando, desde el comienzo del régimen democrático, aquel se había convertido en un infierno cultural y social. Ha bastado el anuncio de Mas para que el socialismo se haya dividido en dos. Como el PSUC hace años: cuando escribió Vázquez Montalbán que el futuro de Cataluña pasaba por la autodeterminación. Tuve que polemizar con él.
César Alonso de los Rios, ABC 17/11/12