EL MUNDO 18/02/15
· Nombra a Viver Pi-Sunyer, ex vicepresidente del TC, «comisionado para la transición nacional»
Artur Mas presentó ayer su enésimo plan para establecer una hoja de ruta que permita una «desconexión» de Cataluña del resto de España. En un claro tono preelectoral, el presidente de la Generalitat desgranó durante más de una hora los enunciados de sus «proyectos estratégicos», pero dejó las concreciones para más adelante.
Sí dijo que Cataluña debe prepararse en los próximos meses por si las autonómicas del 27 de septiembre, que los soberanistas plantean en clave plebiscitaria, deparan la victoria de quienes quieren la independencia. Entre las medidas, citó un plan de infraestructuras estratégicas –como la gestión del agua, el saneamiento, la energía, el transporte y las telecomunicaciones– para poner en marcha un nuevo Estado.
«Todo lo que sea crítico será objeto del plan de infraestructuras estratégicas», dijo Mas, aunque admitió que el proyecto no podrá ponerse en marcha hasta que la Generalitat asuma todas las competencias del Estado, si eso llega a pasar. El president se mostró partidario de dejar todo «preparado» por si hay «una desconexión legal» de España, «estudiando hasta el último milímetro el funcionamiento» de todo.
Mas estableció líneas de actuación también en otros ámbitos. Por ejemplo, y en el lugar «más importante», el presidente de la Generalitat habló de la creación de empleo. Sin embargo, su ambición en este campo es hoy muy inferior a la de la campaña electoral de 2010, cuando prometía reducir el paro a la mitad. Ayer dijo que se conforma con acabar la legislatura con menos parados que con los que se encontró la primera vez que fue investido president.
Mas también se refirió a la necesidad de apoyar a los empresarios, de luchar contra la pobreza y de acabar con las discriminaciones sociales, por ejemplo, y volvió a la cuestión identitaria cuando habló de «reforzar y consolidar la acción exterior» de la Generalitat.
El encargado de pilotar la nave catalana hacia la independencia en estos últimos meses de legislatura será el magistrado Carles Viver Pi-Sunyer, que fue vicepresidente del Tribunal Constitucional (TC) entre 1998 y 2001. Mas lo nombró ayer «comisionado» para la «transición nacional» y las «estructuras de Estado», y a partir de ahora asistirá a las reuniones del Govern.
Pese a su pasado, Viver Pi-Sunyer lleva mucho tiempo siendo uno de los principales ideólogos de los nacionalistas; de hecho, es presidente del Consejo Asesor de la Transición Nacional (CATN), un órgano que elaboró 18 informes para establecer la ruta hacia la independencia.
También podrá asistir a las reuniones del Ejecutivo catalán de cada martes Núria Bassols, nombrada «comisionada» para dar impulso a la Ley de Transparencia de la Generalitat. Para más adelante queda el compromiso de Mas de introducir en «áreas sensibles» a «expertos» propuestos por ERC, tras el pacto con Oriol Junqueras que propició la convocatoria electoral de otoño.
De hecho, uno de los principales objetivos del president con actos como el de ayer –aún no ha decidido si asistirá el viernes a un evento junto a Mariano Rajoy y Manuel Valls al que le ha invitado La Moncloa– es demostrar a los republicanos que su apuesta por la independencia es irrevocable: los convergentes aún no han abandonado definitivamente su aspiración de presentar una candidatura conjunta soberanista el 27-S.