EL MUNDO 24/04/14
Artur Mas continúa traslandando que la consulta se celebrará. El presidente de la Generalitataprovechó la festividad de Sant Jordi para asegurar por carta a sus funcionarios que «2014 será el año en el que el pueblo de Cataluña será llamado a las urnas para decidir democrática, pacífica y libremente su futuro colectivo».
En la misiva –a la que este diario ha tenido acceso– el presidente catalán da por segura ante los empleados públicos la convocatoria de la consulta para el próximo 9 de noviembre, como ha venido sosteniendo después del portazo que las Cortes Generales propinaron a sus aspiraciones secesionistas. «Espero, deseo y confío en que sabremos ejercer nuestros derechos de manera ejemplar, y que lo haremos con pleno respeto a las legítimas y libres opiniones de todos», añade Mas en la carta que envió anteayer a los trabajadores de la Generalitat.
El president no olvida subrayar el «especial simbolismo» del año en que «conmemoramos el tercer centenario del fin de la Guerra de Sucesión, que supuso la supresión de nuestras instituciones, nuestras libertades y nuestros derechos como nación».
No es la primera ocasión en la que el Govern se dirige a los empleados públicos para hacerles partícipes de su proyecto soberanista. En enero, el Ejecutivo catalán remitió a los funcionarios y a su red de contactos en el mundo empresarial otra carta en la que los invitaba a «ser protagonistas y escribir colectivamente el futuro del país» aprovechando la celebración del Tricentenario de 1714 y el «momento de inflexión en la Historia moderna y contemporánea» que, defendió, vive Cataluña actualmente.
El guión de Mas no ha variado desde entonces. Buena prueba de ello es esta nueva comunicación interna a los funcionarios, pero también las últimas manifestaciones públicas realizadas por el presidente de la Generalitat. «Convocaré la consulta y no se lo pondré fácil al Estado español para que se la pueda cargar», amenazó el jefe del Ejecutivo catalán anteayer en una entrevista concedida a la nueva cadena independentista El Punt Avui Televisió, que ha comenzado a emitir gracias a que el Govern ha decidido otorgarle una nueva licencia. «Les pondré muy difícil que se puedan cargar tanto la ley de consultas como el acta de convocatoria [del referéndum ]», abundó Mas, para después reseñar que, si el Gobierno acaba prohibiendo la consulta, «no será por cuestiones legales, sino estrictamente políticas». Con esta ya reiterada declaración de intenciones, Mas sigue defendiendo la legalidad del proceso soberanista y blandiendo esa nueva legislación autonómica para convocar consultas como la herramienta que le permitirá burlar la oposición del Gobierno a la vía soberanista.
Sin embargo, Mas asumió que sus pretensiones pueden verse finalmente truncadas y volvió a responsabilizar de antemano al Ejecutivo liderado por Mariano Rajoy de la frustración independentista que pueda generarse. «Quiero que quede muy claro, tanto en España como en Cataluña, como en Europa, como en el mundo, que si esta consulta el 9 de noviembre no se puede hacer, a diferencia de lo que pasará en Escocia el 18 de septiembre, es porque no hay voluntad política», ahondó el president.
Realizadas estas advertencias, Mas evitó la carga política en su habitual mensaje institucional de Sant Jordi. Al contrario que el pasado año –en el que apeló a «ejercer el derecho a decidir, para poder cuidar nuestra rosa sin tutelas»– el presidente de la Generalitat soslayó las referencias a la consulta.Mas lanzó un mensaje conciliador y llamó a los catalanes a «celebrar lo que los une» sin dejar de «ofrecer al mundo» una imagen de «diversidad». «Así es como somos y como nos gusta hacer las cosas y como las haremos», añadió un Mas que llamó a exhibir senyeres en los balcones para dar cuenta de la catalanidad de la fiesta que ayer se conmemoraba. Fiesta que, no olvidó recordar el president, se celebró incluso en la «Barcelona asediada de 1714».