EL CORREO 28/08/13
El Gobierno catalán prorroga los presupuestos y lanza un nuevo pulso a Rajoy con la aprobación de la ley de acción exterior
En su primera reunión tras la vuelta de las vacaciones, el Gobierno catalán despejó ayer una de las incógnitas del verano. A pesar de que se siente plenamente «identificado» con el espíritu y su objetivo, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, no participará en la cadena humana por la independencia, la protesta que la sociedad civil soberanista ha organizado para el 11 de septiembre y que servirá para reivindicar un Estado catalán.
Mas renuncia a asistir a la movilización, en la que estarán la mayoría de sus consejeros y compañeros en la dirección de Convergència, pero tendrá un gesto de deferencia con los organizadores, como muestra de que apoya la protesta. El presidente recibirá a los miembros de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) el mismo día de la Diada para «testimoniarles la valoración positiva de la iniciativa», expresó el portavoz del Ejecutivo catalán, Francesc Homs. Hace un año, tras la gran manifestación impulsada por la ANC, en la que participaron millón y medio de personas, entre ellas casi todos los miembros del Gobierno autonómico (menos Mas), el presidente catalán también se reunió con los responsables de esta plataforma, aunque lo hizo dos días después de la marcha reivindicativa.
La situación ha cambiado, el desafio soberanista se ha incrementado respecto a 2012 y para la Generalitat, la cadena humana, que tratará de emular la protesta que en 1989 hicieron los tres países bálticos para reclamar la retirada de la URSS de sus territorios, cobra una gran importancia, ya que le puede ayudar para presionar al Gobierno central en su reclamación de una consulta de autodeterminación. Por ello, el Ejecutivo catalán llamó ayer a la participación en la iniciativa que hasta la fecha tiene una asistencia asegurada de 350.000 personas que han confirmado ya su asistencia.
Tercera prórroga
La Generalitat sigue dando pasos en lo que Mas calificó como la transición nacional hacia el Estado catalán. En ese camino hacia la independencia, Mas anunció al principio de la legislatura que Cataluña debe dotarse de estructuras de Estado. Una de ellas vio ayer la luz: el proyecto de ley de acción exterior. La norma surge como respuesta a la que aprobó en julio el Ejecutivo de Rajoy, que entre otras cuestiones articula para la administración central un mecanismo de control previo para los acuerdos internacionales de las comunidades autónomas.
El Govern aprobó además en su primera reunión postvacacional la prórroga –la tercera este año– de los presupuestos del año pasado para adaptarlos al 1,58% del objetivo de déficit fijado por el Ministerio de Hacienda. Según los cálculos, se deberá aplicar un recorte del gasto de 2.000 millones y adoptar, entre otras medidas, una nueva reducción de la paga extra de los empleados públicos.