EL MUNDO 26/12/12
Asegura que tapar el retrato del Monarca fue una decisión de protocolo
El president de la Generalitat, Artur Mas, replicó ayer al mensaje navideño del Rey, subrayando su disposición «a sumar» pero bajo el «paraguas» de la Unión Europea y no en el «esquema antiguo de los estados tradicionales». Es decir, según su proyecto, Cataluña y España sumarán, pero lo harán por separado.
Mas admitió no haber seguido en directo la emisión del mensaje del Jefe del Estado porque tenía «un trabajo prioritario»: diseñar la composición de su nuevo Ejecutivo que presentará oficialmente mañana jueves.
Pese a ello, por la mañana, durante la ofrenda floral en la tumba del que fuera presidente de la Generalitat, Francesc Macià, fallecido el día de Navidad de 1933, Mas respondió a las palabras del Rey, que había reclamado una «política grande» que «respete la diversidad e integre lo común para sumar fuerzas y no para dividirlas». Y lo hizo reafirmando la apuesta independentista que ahora abandera con ERC como socio preferente.
«Somos los primeros en querer integrar fuerzas dentro de la UE», afirmó, pero «esto no tiene nada que ver con dividir sino con sumar». Y para él la suma trasciende al Estado español. Su proyecto, una vez más y pese a lo que establece la legalidad comunitaria, insiste en intentar convencer a los ciudadanos de la posibilidad de que Cataluña, contando con un Estado propio desgajado de España, pase a formar parte sin obstáculo alguno del club europeo.
Artur Mas aseguró también que «no había ninguna intención» de tapar el retrato del Rey en el Salón Sant Jordi de la Generalitat durante su toma de posesión. El president atribuyó la organización de la ceremonia a los servicios de protocolo que, según dijo, pretendían «un acto sobrio, austero y digno». «No hay que buscar ningún tipo de lectura», recalcó.
El resto de los políticos nacionalistas también realizaron la ofrenda en la tumba de Macià recordando su figura como un símbolo frente a lo que consideran ataques contra Cataluña. El secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Oriol Pujol, reclamó «respeto» al mensaje que, en su opinión, los catalanes enviaron en las elecciones, ya que considera que mostraron «de manera clara y nítida» su apoyo al ejercicio del derecho a decidir.
Pujol, haciendo referencia al discurso del Monarca señaló: «Atendemos a las palabras del Rey para pedir que el respeto sea mutuo y que se aplique a la voluntad del pueblo que el 25-N decidió que sería bueno ejercer el derecho a decidir en el marco legal que sea necesario».
La presidenta del Parlament, Núria de Gispert, prefirió reseñar que, como hizo Don Juan Carlos, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, también defendió el diálogo y el respeto en su toma de posesión. De Gispert, miembro de Unió Democràtica, coincidió con el Monarca en sus alusiones a la necesidad de la «alta política», interpretada como la necesidad de «actitud de servicio en todos los actos de la vida política».
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, más que valorar las palabras del Rey, prefirió llevar el agua a su propio molino e instó a aceptar el deseo de los catalanes: «Hago una llamada al respeto, a la democracia y a la voluntad de los ciudadanos», dijo. Además destacó que su partido tiene un compromiso con «la libertad» de Cataluña en respuesta a la petición del jefe del Estado de que se sigan y respeten «los cauces democráticos». Junqueras dijo estar convencido de que «Cataluña se convertirá en un Estado democrático por voluntad de sus ciudadanos». Y en relación directa al mensaje del Rey afirmó: «Lo que opinen otros es responsabilidad de ellos».
Análisis diferente de las palabras del Monarca fue el que hicieron los dos grandes partidos nacionales. PP y PSOE coincidieron en señalar como rasgo positivo el llamamiento a sumar fuerzas y superar diferencias.
El popular Carlos Floriano dijo que el Rey había identificado perfectamente los problemas de España y, además, atisbaba las soluciones. La socialista Trinidad Jiménez resaltó la llamada al trabajo conjunto para salir adelante en estos momentos de graves dificultades, e hizo hincapié también en la «cercanía y sensibilidad social» del Monarca.
Por el contrario, para el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, el mensaje navideño fue decepcionante. En su opinión, el Rey se mostró «lejos de la realidad» porque no ahondó en las causas que, a su enteneder, han generado «tanto paro, tanta desesperanza, tanta recesión, exclusión social y pobreza». Lara incluso señaló que la Monarquía «no está hoy en condiciones de dar lecciones de ética social a ningún ciudadano».
Tampoco UPyD se mostró complacida. Para su líder, Rosa Díez, en el discurso se echaron en falta alusiones claras a la «pulsión secesionista» de Cataluña y a la corrupción política. Para ella, se trató de una intervención «demasiado políticamente correcta». Sí coincidió, no obstante, con el Rey en la necesidad de «reivindicar la política» para salir de la crisis, y en la afirmación de que «no todo es economía», aunque en su opinión le faltó desarrollar estas ideas. En definitiva, para Díez el mensaje se situó «muy por debajo de lo que se espera» del Rey que, en este momento, «no se puede permitir estar de adorno».
El PNV, por su parte, rechazó que el respeto a las leyes y a las reglas de la democracia, que reclamó el Rey, pueda considerarse un impedimento para que tanto Euskadi como Cataluña encuentren una fórmula para satisfacer a sus pretendidas mayorías nacionalistas.
El encargado de dar la réplica al mensaje fue el nuevo portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, para quien el respeto a la Ley «está bien», pero la legislación también debe «abrir cauces para que la voluntad de Euskadi y Cataluña pueda expresarse dentro del ordenamiento jurídico».
Esteban rechazó que se pueda apelar ahora, como hizo Don Juan Carlos, a la lealtad y a los pactos de la Transición cuando, según defendió, en los últimos 30 años no ha habido ni respeto ni lealtad para las competencias autonómicas.
El PNV vio en el discurso una cierta aceptación de un papel de país de segunda «como en los años 60, algo retrasado del resto», y cuestionó que se pueda transmitir confianza a los parados cuando se suceden «los recortes de los derechos sociales».
Esteban consideró además que con los acontecimientos que se han registrado en los últimos años, la institución de la Monarquía es la menos indicada para hablar de ética, por lo que rechazó las apelaciones a la «política con mayúsculas».
Por último, el diputado de Amaiur, Xabier Mikel Errekondo, coincidió con Esteban a la hora de pedir «respeto a la voluntad de los vascos» tras «décadas de imposición». La izquierda abertzale calificó también de inoportuna la emisión del mensaje del Rey por ETB y achacó a una «rabieta» de PSE y PP la decisión de emitirlo por segundo año consecutivo.