EL MUNDO 10/09/13
Presume de que «en un país más pequeño» reunirá a «muchos más» de los que participaron en la marcha del ‘I have a dream’ en Washington
Martin Luther King luchó contra la segregación y Artur Mas pelea a su favor, pero al presidente de la Generalitat no le importó ayer tomar como ejemplo al líder antirracista. Lo hizo para pedir a la ciudadanía catalana que emule durante la Diada la manifestación liderada por Luther King el 28 de agosto de 1963. Reclama a los catalanes que, de igual modo que en Estados Unidos se salió masivamente a la calle para defender los derechos civiles de los afroamericanos, en Cataluña se participe multitudinariamente en la cadena humana para exigir la independencia.
Mas animó a la población catalana a superar el impacto que tuvo la marcha celebrada en Washington hace 50 años y demostrar que «un país pequeño como es Cataluña puede mostrarse hoy al mundo con manifestaciones muy grandes».
El presidente de la Generalitat rememoró la reciente efeméride del histórico I have a dream para augurar que, «si en aquel momento en Washington, capital de un gran país, hubo una movilización de 200.000 personas, ahora en Cataluña, centenares de miles de catalanes, muchos más que en Washington, unirán sus manos en defensa de la libertad de nuestro país».
Después de esa equiparación sin tapujos, Mas continuó espoleando a la población indicando que las «movilizaciones muy grandes son las mejores cartas para mostrarse al mundo».
Recitaba el presidente de la Generalitat en su escenario predilecto, las recuperadas ruinas del sitio borbónico a Barcelona en 1714 que se convertirán en epicentro de los fastos del tricentenario tras una inversión de 74 millones de euros. Y, tal vez inspirado por tan simbólico escenario, llamó a seguir peleando por la separación de España «hasta conseguirlo».
Pronosticó el líder del Ejecutivo catalán que «el siglo XXI será el siglo en el que Cataluña recuperará su plena libertad». «Lo conseguirá», dijo, «porque es nuestra evolución histórica». Un periplo cuyo inicio marcó Mas, precisamente, en la toma de la capital por las tropas borbónicas tres siglos atrás. «Hace 300 años se nos derrotó, pero no fue una derrota total ni definitiva», defendió el presidente de la Generalitat. «Cayeron nuestras libertades, pero no murieron. Estaban enterradas, pero este sueño de libertad se ha recuperado y está más vivo que nunca», prosiguió.
Y, finalmente, alentó a utilizar la Vía Catalana para «perseverar en un camino que puede impresionar al mundo, como lo hicieron los que defendieron este país en 1714». «Nuestras armas ya no son minas, ni cuchillos, ni fusiles. Es la movilización», cerró.
En esta línea, y continuando con su esforzada rectificación desde que abriera la puerta a postergar el referendo a 2016, el president sostuvo que el Govern «seguirá y cumplirá» su hoja de ruta.
El sueño de Mas, el de las calles repletas para apuntalar su huida hacia la secesión, conllevará importantes alteraciones y requerirá de un desmesurado operativo. La cadena independentista movilizará a 2.465 agentes de la policía catalana. En total, mañana habrá desplegados por el territorio 6.823 mossos d’esquadra, el doble de los más de 3.000 que velaron por la seguridad cuando el Papa Benedicto XVI pisó Barcelona en 2010.
Ante el «reto» que supone velar por la seguridad en una cadena humana que recorrerá 400 kilómetros y atravesará 84 poblaciones, el Govern cortará hasta 47 tramos de 16 carreteras desde las 13.00 horas hasta las 18.00, lo que obligará a desviar a miles de catalanes por carreteras secundarias o hasta caminos habilitados para la ocasión. Cuando esta variante represente tener que circular por una vía de pago, se levantarán peajes de forma puntual.
El Govern ha querido guardar bajo llave el coste total del operativo orquestado para la ocasión. «Es un debate que no nos lleva a ningún sitio», se escudó ayer el consejero Espadaler ante las insistentes preguntas de la prensa. Sin embargo, lo que sí garantizó es que el despliegue excepcional en ningún caso supondrá el pago de horas extraordinarias a los agentes movilizados.