EL MUNDO – 10/09/15
· Asegura que el independentismo es la única posibilidad de que cambie «el statu quo»
Artur Mas trató ayer de salir al paso de las informaciones que alertan sobre el freno a la recuperación económica y a la estabilidad que podría suponer su plan para proclamar la independencia si gana las elecciones del 27-S. El presidente de la Generalitat fue tajante: «El procés no ha afectado a la economía».
Mas participó ayer en un ciclo de conferencias organizado por la Cámara de Comercio de Barcelona. Ante un auditorio formado mayoritariamente por pequeños empresarios que le aplaudieron en ocasiones hasta puestos en pie –muchos de ellos eran firmantes del manifiesto El far, que se presentó la semana pasada para dar «apoyo incondicional» al proceso soberanista–, el presidente catalán justificó con datos macroeconómicos su afirmación.
Destacó, por ejemplo, que el PIB catalán, como el español, crece a un ritmo que dobla al de la media de los países de la eurozona; que Cataluña lleva meses creando empleo; que se han incrementado las exportaciones y que la comunidad es el primer destino del turismo extranjero dentro de España, por encima de enclaves tradicionales del sector como Baleares o Canarias.
«La realidad es tozuda», afirmó Mas para oponerse a las opiniones de, entre otros, Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno visitó el martes la planta de Seat en Martorell (Barcelona), desde donde advirtió de que sólo «algunas incertidumbres políticas» podrían torcer el crecimiento de la economía española.
Mas se dio por aludido y respondió. Cuando se le recordó que, según muchos analistas, los mercados y los inversores no penalizan a la economía catalana porque creen que no hay amenaza real de independencia, afirmó que no es así. «Cualquier inversor cuenta con que, si pasa, no pasará nada grave porque es normal. Cuentan con que, pase lo que pase, acabará bien. No tendría sentido hundirlo todo siendo una aspiración mayoritaria», aseguró.
Según él, y a pesar de que la calificación crediticia actual de Cataluña es de bono basura, los agentes económicos entenderían que, «como la UE tenía 15 Estados años atrás, ahora tiene 28, y el día de mañana puede tener 29, 32 o 35». Y añadió, en comparación con los 500 millones de habitantes de la UE: «En Estados Unidos tienen 50 Estados para 350 millones de personas».
Pero, a horas del inicio oficial de la campaña, Mas también quiso situar al independentismo como «el único» motor de cambio del «statu quo» actual, frente a otros proyectos que persiguen la transformación de toda España, no sólo de Cataluña.
Mas afirmó ante los empresarios que mantener la situación actual significa «más drenaje fiscal y más ataque sistemático a la inmersión lingüística». Para él, las opciones de cambio al margen del independentismo son «un blablablá, pura retórica».
De hecho, dijo en respuesta al acto de presentación de la asociación La Tercera Vía –que el martes en Madrid reunió a intelectuales, magistrados y políticos en defensa del diálogo en Cataluña–, que la Generalitat «es la máxima experta mundial en terceras vías», y que no han servido de nada.
En la misma línea, pero más vehemente, Mas dijo después a El Punt-Avui TV que si las elecciones no las gana la lista independentista de Junts pel Sí «Madrid pasará por encima» de los catalanes. «Nos tienen muchas ganas», añadió. El presidente catalán también dijo que ve «tics absolutistas» en algunas actitudes de la Administración estatal.
Mas también se quejó en la Cámara de que Rajoy le recuerde que Cataluña se financia a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). De hecho, retó al presidente del Gobierno a cortar la financiación y a cambio dejar que la Generalitat recaude todos los impuestos: «Le cambio hoy mismo el FLA por una agencia tributaria propia».
Mas sostuvo que con la agencia tributaria propia la Generalitat no necesitaría la ayuda del Estado, e incluso ironizó con que ello permitiría al Govern dejar de tener que mostrarse agradecido: «Se habrá acabado el FLA y se habrá acabado dar las gracias».