EL MUNDO – 20/06/14
· El presidente catalán no aplaudió a Felipe VI «porque sigue hablando de una nación» y «no de las naciones del Estado».
Todos los presidentes autonómicos asistieron ayer a la proclamación de Felipe VI. Hubo pleno total. Pero Artur Mas e Iñigo Urkullu quisieron resaltar con sus gestos y sus palabras su frialdad y la desconfianza que sienten hacia la Corona. Unos sentimientos alejados del apoyo que CiU y PNV prestaron al Rey Juan Carlos durante la Transición y en los primeros años de la democracia.
El presidente catalán, Artur Mas, quiso remarcar su distancia con el Estado. No aplaudió a los Reyes cuando entraron en el Hemiciclo. Y tampoco lo hizo tras el discurso, que Felipe VI concluyó con agradecimientos en castellano, catalán, gallego y euskera.
Con un gesto adusto y hasta de desagrado en ocasiones, Mas siguió la intervención del Rey en el Congreso sin manifestar nunca aprobación. Después, se trasladó al Palacio Real, donde saludó de forma fría y rápida a los nuevos Monarcas, sin hacer la más mínima inclinación de cabeza, como sí hicieron todos los demás.
Felipe VI y Mas intercambiaron unas breves palabras, gran parte en catalán, como explicó el president. En su breve conversación, el Jefe del Estado le dijo «muchas gracias por haber venido». De hecho, Mas amagó en un principio con ni siquiera acudir a la ceremonia.
A las 14:30, Mas convocó a los periodistas en la puerta de la Delegación de la Generalitat en Madrid y dejó claro que no aplaudió a Felipe VI porque el discurso que hizo «no fue nuevo» y porque «sigue hablando de una nación». «Estamos en un estado plurinacional», expuso el president, «por eso el nuevo Rey, en vez de hablar de una nación, podría hablar de las naciones del Estado».
Mas resaltó que viajó a Madrid y acortó su viaje oficial a EEUU como «muestra de buena vecindad». «Pero España no es una», enfatizó, «es un Estado que tiene varias naciones y una de ellas es Cataluña».
El jefe del Ejecutivo catalán apostó ayer por que el Rey «se instale, tome las riendas del Estado». A partir de ahí, se mostró «a disposición del Rey» para iniciar un diálogo sobre la relación de Cataluña con el Estado. Igual que dijo estar «a disposición del presidente del Gobierno para retomar el diálogo».
El president deseó a Felipe VI «todo tipo de suerte, éxito, acierto y talento» e indicó que tanto Don Felipe como Doña Letizia «han estado muy cariñosos conmigo y me han hablado en catalán, lo que les agradezco».
En sus declaraciones ante los periodistas, Mas criticó la actitud del Gobierno y renegó de que ese sea el «tiempo nuevo» del que habló el Rey. «El Rey ha dicho que es un nuevo reinado para una nueva etapa, sin embargo el Gobierno está recentralizando; no está llevando a cabo una política plurilingüística; en vez de más autonomía financiera tenemos menos, y en vez de más autonomía estamos ante el desmontaje del autogobierno. Espero que esto no sea la nueva etapa».
El lehendakari sí aplaudió a Felipe VI. Y no convocó a los periodistas para resaltar sus diferencias con el Jefe del Estado. Su actitud fue más respetuosa que la de su homólogo catalán y aplaudió hasta en cuatro ocasiones al Rey, según el Gobierno vasco, pero de forma muy breve.
Urkullu no se quedó a la breve parada militar que se realizó tras la proclamación y tanto él como su portavoz, Aitor Esteban, abandonaron la Cámara tras la coronación, sin asistir tampoco después a la recepción del Palacio Real, donde sí fue Artur Mas.
Urkullu no apreció «ninguna novedad» sobre el modelo de Estado en el discurso del Rey, ya que no hubo «ni una mención al Estado plurinacional, ni a las nacionalidades y sí a la soberanía nacional», según explicaron fuentes del Ejecutivo vasco.
El resto de presidentes autonómicos aplaudieron y alabaron las palabras del Monarca. Así lo hicieron los 11 mandatarios del PP (Galicia, Cantabria, Castilla y León, La Rioja, Aragón, Baleares, Comunidad Valenciana, Murcia, Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura) los dos del PSOE (Andalucía y Asturias) y los de Canarias (CC) y Navarra (UPN).
EL MUNDO – 20/06/14