EL CONFIDENCIAL 25/04/14
Resulta que ni 360.000 ni 720.000 euros. El Gobierno catalán lleva ya gastados 1.080.000 euros en el think tank Independent Diplomat (ID), que le asesora internacionalmente en el proceso independentista. Así lo desveló ayer el portavoz adjunto del PP en el Parlamento autonómico, Santi Rodríguez, en una interpelación al Gobierno.
Rodríguez había acusado la pasada semana al consejero de Presidencia y portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, de mentir. “Le tengo que pedir disculpas. Y se las pido abiertamente. Puede ser que usted no mintiese, pero sí que ocultó información, porque cuando usted decía en febrero del 2013 que su Gobierno se había gastado sólo 360.000 euros en ID era verdad. Pero esa cantidad correspondía al 2013. Lo que usted escondía era que, dos semanas antes, había firmado dos contratos más por 720.000 euros y que era por la asesoría en 2014. En total, pues, ya llevan ustedes gastados en ID un total de 1.080.000 euros”.
Las acusaciones fueron más allá: el dirigente popular desveló también que el primer contrato con el think tank se firmó el 4 de octubre del 2012. “En esa época, ustedes apostaban por el pacto fiscal. Pero mientras defendían ese pacto, ya hacían gestiones para promover la secesión de Cataluña en el exterior”.
Las nuevas revelaciones se producían el mismo día en que el secretario general de Diplocat, Albert Royo, había viajado a Oslo para hablar sobre las similitudes de la independencia de Cataluña y de Noruega. “¿Pero qué similitudes hay? ¿No saben ustedes que los dos procesos no tienen nada que ver y que Noruega y Suecia se habían constituido desde 1814 como dos Estados asociados? Nada que ver, pues, con Cataluña”, le espetó el diputado popular.
El discurso de Royo, en realidad, se enmarca en una jornada de la Universidad de Oslo, que lleva por título Self-Determination Proceses in the EU. The case of Catalonia, organizada conjuntamente por esa institución y el Diplocat y que constaba de tres mesas redondas con profesores de esa universidad y con representantes catalanes propuestos por Diplocat: Vicent Partal, director de Vilaweb, el profesor de la Universitat Oberta de Catalunya Iván Serrano y los profesores de la Pompeu Fabra Jaume Ventura y Xavier Cuadras. Hasta ahora, ha realizado ya actos similares en Londres, Sevilla, Uppsala, Toulouse, Lisboa, Utrech y Santiago de Compostela. Próximamente, se realizarán otras jornadas en Berlín y Ginebra.
Rodríguez también le sugirió que cambie la web cataloniavotes.eu, presentada esta semana. “Es que dice que, en 1714, Cataluña perdió su independencia, lo que es mentira, porque Cataluña no era independiente. Por ello, le sugerimos que cambie el nombre de la web y ponga catalonialies.eu (cataluñamiente.eu)”.
Preguntas sin respuesta
Rodríguez acusó de falta de transparencia a la Generalitat. Para empezar, los contratos firmados con ID no se incluyen en la relación de contratos de la Administración que quincenalmente se hacen públicos. ¿Por qué? Esta fue una de las preguntas que se quedó sin contestar. También quiso conocer por qué desde el documento de inicio de expediente de contratación hasta los informes de justificación de la misma, el informe técnico de valoración de ofertas, la memoria justificativa de la contratación y los propios contratos sólo se firman por una misma persona, perteneciente a Diplocat, el organismo creado por Artur Mas que se encarga de las relaciones exteriores del Gobierno catalán. Es otra pregunta que se quedó sin respuesta. Y pidió también conocer “cuánto nos cuestan los artículos del president en el exterior, porque uno de los objetivos del contrato es la preparación de discursos y realizar comunicaciones, presentaciones y artículos de prensa”. Le preguntó, directamente, si esos 1.080.000 euros es lo que nos cuestan los artículos de Artur Mas en diarios de Letonia, Estonia, Croacia o Chipre. No hubo contestación.
El diputado del PP, por si fuera poco, leyó algunos párrafos del contrato firmado entre ID y la Generalitat. En ellos se decía que se compromete a asesorarla para orientar la reacción internacional a sus decisiones políticas y, especialmente, para neutralizar “la crítica que viene de Madrid”. Y subrayó otro de los puntos neurálgicos del mismo: entre los motivos de la contratación está que “ID tiene la capacidad y habilidad de involucrar a políticos y legisladores directamente representando a la entidad en reuniones bilaterales, conferencias multilaterales y otros foros diplomáticos, utilizando su pericia en relaciones internacionales y asuntos de secesión”. Así, tal y como suena.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas (i), y el conseller de Presidencia, Francesc Homs. (EFE)
Lo más llamativo, no obstante, era que uno de los informes técnicos justificativos con la valoración de la oferta lleva fecha anterior a su presentación por parte de Independent Diplomat. “Aquí podemos ver la manía del conseller –zanjó Rodríguez dirigiéndose a Homs–. ID tiene una sólida experiencia en países que vagan por el espacio sideral, como Somalilandia o Sudán del Sur. A propósito, este último país está inmerso en una guerra civil porque una parte quiere ejercer su derecho a decidir escindirse de los ya escindidos. ¿Es eso lo que quiere, conseller?”.
El contraataque del ‘conseller’
A Francesc Homs le faltó tiempo para saltar al cuello de los populares. “De esconder información, nada de nada. Y no sólo eso, sino que la facilitamos cuando nos la piden, incluso más allá de lo que prevé el reglamento de este Parlamento”. Pero, a continuación le aclaró que “sí le admito que contestamos exclusivamente a lo que nos preguntan. No vamos a interpretar lo que quieren ustedes que les digamos”.
A continuación, realizó un panegírico de ID, de quien subrayó que es una organización “sin ánimo de lucro” cuyo propósito es mejorar las relaciones de Gobiernos pero que sólo trabajan con Ejecutivos o instituciones que defienden la democracia, los derechos humanos y la transparencia. “Por eso quizá no los conoce, pero tienen unos principios morales sólidos”, le espetó el conseller al popular.
Homs le recordó también que países como Suiza, Finlandia o Noruega (“que no vagan precisamente por el espacio sideral”) ofrecen a ese think tank apoyo económico. Y, aunque omitió cuánto le costará la broma al Gobierno catalán, aseguró que “aunque a algunos les pueda parecer desorbitado el precio, en términos relativos para hacer cumplir el mandato de este Parlamento y el compromiso adquirido en las urnas, nos es de gran utilidad”. Eso sí, Homs aprovechó para subrayar que “nosotros no haremos nunca lo que otros. Por ejemplo, en Madrid 2020 se gastaron 2,5 millones de euros para hacer el ridículo del siglo. Ahí no nos cogerán a nosotros”.