EL PAÍS 21/10/16
JAVIER AYUSO
· Pablo Iglesias resta importancia a lo ocurrido este miércoles en la Universidad Autónoma de Madrid
Diversos políticos de Podemos, empezando por su líder máximo, Pablo Iglesias, han salido en tromba para restar importancia al acto de matonismo del pasado miércoles en la Universidad Autónoma de Madrid. Como si no fuera con ellos. Y a estas alturas pocos dudan de que el partido morado estaba implicado en la operación de negar la palabra e intentar desacreditar a Felipe González, Juan Luis Cebrián y EL PAÍS.
Las mentiras tienen las patas muy cortas y el rastro de las cuentas de las redes sociales que convocaron acaba en grupos vinculados a Ahora Madrid. Aunque basta recordar las soflamas de Iglesias de las últimas dos semanas, en las que llamaba a sus huestes a volver a infundir miedo y a tomar las calles o las palabras que le dedicó a González en el Congreso y que repitieron los encapuchados, para comprobar de quién es la mano que mecía la cuna de los matones de la Autónoma.
Podemos sabe que se enfrenta a varios años como tercera fuerza política y quiere recuperar la relevancia volviendo a los orígenes: un partido antisistema en busca del voto de los indignados; sean del 15-M, del independentismo catalán o del radicalismo vasco. Todo vale para derrocar lo que llaman el “régimen del 78”. Las redes están llenas de vídeos de Iglesias en los que grita sin rubor que hay que acabar con el sistema, en el que incluye al PSOE y a este periódico.
Por cierto, ¿qué hubiera pasado si la agresión de ayer la hubieran hecho unos ultraderechistas y las víctimas hubieran sido de Podemos? Todos los partidos y los medios de comunicación lo hubieran condenado sin fisuras. Ahí está la diferencia entre creer en las reglas o querer romperlas.