- La opción de un presidente de transición gana opciones ante las dificultades que presenta la apuesta de Feijóo por María José Catalá.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, anunciará este lunes su dimisión, y también la hoja de ruta escogida por el PP para su sucesión. Todo apunta a que el partido intentará la investidura de un nuevo presidente con la mayoría parlamentaria vigente.
El posible candidato para la misma es el actual portavoz parlamentario del PP, Juan Francisco Pérez Llorca, un hombre de la estrecha confianza de Mazón. Es, además, el secretario general del PPCV.
Tras intensas negociaciones entre el presidente de la Generalitat y el líder de su partido, Alberto Núñez Feijóo, ambos llegaron este domingo a una solución de consenso, según pudo contrastar EL ESPAÑOL.
La misma implica el anuncio de la dimisión de Mazón, aunque está por ver si su marcha es o no efectiva desde este mismo lunes. Ambas partes, sin embargo, rehusaron comunicar cuál es la fórmula exacta escogida para el relevo del presidente.
Se remitieron a las comparecencias que tendrán lugar por parte de Mazón y del presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, a lo largo del día. Aunque en estas tampoco está previsto que se hable de nombres para el relevo de Mazón.
La existencia de un acuerdo, sin embargo, invita a pensar que el PPCV ha convencido a Feijóo de no ir directamente a elecciones. Al menos, de tratar de evitar los comicios. Esta apuesta pasaría por la investidura de otro presidente, algo que requiere el respaldo de Vox.
El contexto nacional, con unas elecciones a la vuelta de la esquina en Extremadura —que se producen, precisamente, por el desencuentro entre PP y Vox— complican que los de Santiago Abascal faciliten a los populares el relevo de Mazón.
No obstante, quienes apuestan por esta opción en el PP valenciano confían en convencer a Vox. Su principal argumento es que, si se reedita la mayoría de PP y Vox en el parlamento autonómico, el acuerdo de investidura se tendría que producir igualmente.
La opción sensata
En consecuencia, proceder ahora directamente a la investidura, habida cuenta de que el grueso de los sondeos auguran un equilibrio parlamentario similar al existente, representa la opción más sensata, al eliminar de la ecuación una posible derrota electoral.
Cabe recordar que Vox, aunque se marchó del Gobierno valenciano, conserva la presidencia de Les Corts, cargo que perdería antes de tiempo si se produce un giro a la izquierda en unas elecciones anticipadas.
La opción preferida por Alberto Núñez Feijóo para relevar a Mazón siempre ha sido la alcaldesa de Valencia, María José Catalá. Y es cierto que ella, como Pérez Llorca, también es diputada autonómica y podría ser investida sin necesidad de elecciones.
Es, además, una dirigente de mayor popularidad y con mejor cartel electoral para las futuras autonómicas, previstas para 2027 si no se produce un adelanto.
Convertirla ahora en la primera presidenta mujer de la historia de la Generalitat Valenciana facilitaría la futura campaña, con ella como cabeza de lista.
Se trata, sin embargo, de una opción con múltiples inconvenientes. El primero, que ella, según ha mantenido hasta la fecha, no quiere ser presidenta de la Generalitat, sino continuar con su recién iniciado proyecto como alcaldesa de Valencia. Ostenta la vara de mando desde 2023.
Es, además, madre de niños pequeños, circunstancia que aduce para rechazar el proyecto. Conoce bien la exigencia de la Generalitat Valenciana, ya que fue consellera de Educación con Alberto Fabra entre 2011 y 2015. También ejerció de portavoz del Gobierno valenciano.
Los casi 400 kilómetros de extensión del territorio valenciano entre Vinaroz y Pilar de la Horadada complican sobremanera la conciliación familiar.
Además, Catalá no es un nombre de consenso en el PPCV. Las direcciones provinciales de Alicante, Castellón y Valencia cerraron filas el pasado viernes en torno a la figura de Vicente Mompó, presidente de la Diputación de Valencia, como sustituto de Mazón.
Por último, y no menos importante, Catalá representa un perfil moderado en el PP que genera mayor rechazo en Vox. Los de Abascal, además, contribuirían al investirla a generar un liderazgo muy potente en el PP que podría arrebatarle votos en las próximas autonómicas.
En cambio, la opción de Pérez Llorca, que ha sido el principal negociador con Vox del PP valenciano y mantiene una muy buena relación con los representantes de la formación en Valencia, es una de las que más cuentan para que Vox acceda a una nueva investidura.
Triple problema
Todo apunta a que Feijóo se ha encontrado con un triple problema en su apuesta por Catalá: la dificultad para convencerla, las reticencias en el partido hacia su figura y la dificultad de que la invista Vox. Insistir en su idea le dejaría como único responsable si no sale bien la operación.
Todas estas circunstancias le habrían llevado a contemplar la alternativa de Pérez Llorca como presidente valenciano de transición.
Esta última opción cuenta además con ventajas para Feijóo: la principal, lograr la dimisión de Mazón sin provocar una fractura en el PPCV. Y todo ello sin renunciar a la elección de un candidato al gusto de Génova para las próximas elecciones autonómicas.
Además, con la apuesta por un presidente interino, también quedaría aplazada la sucesión de Mazón como presidente del PPCV. La dimisión orgánica de Mazón podría dar paso a la creación de una gestora que sea la que convoque después un congreso para la elección de un nuevo presidente del partido.
En definitiva, la solución supone lograr que Mazón se marche pero a la vez ganar tiempo y dejar otros escenarios todavía abiertos para los próximos meses. Entre ellos si la legislatura durará o no hasta 2027 y si habrá un cónclave como pedía el partido en la Comunitat.