- Según la legislación Sánchez tenía las competencias y los medios para combatir la catástrofe, y no lo hizo. Tardó en reaccionar, se negó a declarar el Estado de Alarma, no envió a la UME en un primer momento, no movilizó al Ejército, no aceptó las ayudas que ofrecieron Francia y otros países
El de Carlos Mazón era un final anunciado. No he cruzado una palabra con él, pero su trasiego hacia ese final me llevó a mi tan leído Mika Waltari: «El hombre honrado está destinado a llevar la peor parte, mientras que la picardía y la mala fe se apuntan finalmente los tantos». Mazón es un hombre honrado perseguido tenazmente por mera oportunidad política. Estaba en el peor lugar y en la situación propicia para ser políticamente decapitado. Contra él se movilizó la izquierda a tope acogiéndose a sus conocidas martingalas. Primero le asedió, mantuvo la presión y, al cabo, consiguió que Feijóo cayese en la trampa.
Mazón resistió un año en soledad. Aislado por Génova, sus adversarios no descansaban. Feijóo ofreció en bandeja su cabeza a Sánchez, como Herodes entregó a Salomé la cabeza del Bautista. La cabeza de turco de Mazón evaporaba la responsabilidad de Sánchez. Buscaba lo habitual en él: quitarse el problema y utilizarlo. El momento elegido por Génova era el peor posible: el inicio del juicio a García Ortiz, el anuncio del procesamiento de Ábalos y Koldo, y la filtración del informe de la UCO sobre Torres. La noticia puntera fue la dimisión de Mazón. Génova hizo pleno.
Los palmeros de Sánchez, fieles hasta el ridículo, llevaban un año sin soltar la presa y desde una amnesia selectiva, tan usual en el sanchismo desde el propio presidente a la monclovita Pilar Sánchez Acera. Olvidan o no les consta. Otra coincidencia en los zurdos, lo hizo Iglesias ya hace años: el borrado y cambio de teléfonos; práctica de García Ortiz y de Sánchez Acera, entre otros.
Mazón no estuvo a la altura, pero no fue el único. Tampoco lo estuvieron Sánchez y el Gobierno. Según la legislación Sánchez tenía las competencias y los medios para combatir la catástrofe, y no lo hizo. Tardó en reaccionar, se negó a declarar el Estado de Alarma, no envió a la UME en un primer momento, no movilizó al Ejército, no aceptó las ayudas que ofrecieron Francia y otros países. Dejó solo a Mazón para poder culparle. «Recordemos que Sánchez había modificado en 2021 la Estrategia de Seguridad Nacional para arrogarse más competencias, obviando, salvo una mención, el fundamental papel de las Autonomías». «Si quieren ayuda que la pidan»; esa frase acompañará siempre al huido de Paiporta. ¿No estaban claras las necesidades? Una vergüenza.
Bombardearon a la opinión pública sobre la comida de Mazón, que no influyó en la catástrofe; mientras, estaba reunido el Cecopi. Y olvidaron la inacción o errores de la Confederación Hidrográfica del Júcar, de la Aemet, de la delegación del Gobierno y del propio Gobierno. No se recuerda que Sánchez estaba en la India y no adelantó su regreso, y que la gran responsable, Teresa Ribera, por desatención de funciones, permanecía en Bruselas trabajándose un bien remunerado chollo en la UE. Y los socialistas habían desechado las infraestructuras programadas por gobiernos del PP, incluso presupuestadas. Con ellas no se hubiese producido la catástrofe. Pero eso no se recuerda.
Había que centrarse en Mazón y el sanchismo hizo lo que suele: crear asociaciones ad hoc y darles cancha. Por ejemplo, en el falso funeral por las víctimas –¿cómo el Rey aceptó ese formato y con ese nombre?– ciertas asociaciones ocuparon lugar adecuado para que se escuchasen sus gritos; lo contrario de lo usual en Sánchez que aleja los abucheos que recibe cuando pisa la calle.
Otro frente controvertido es el judicial. La juez Ruiz parece no caracterizarse por su equidistancia. Centrada en Mazón, olvida otros objetivos. No aceptó el informe de la Guardia Civil, y fue denunciada ante el Colegio de Abogados de Valencia. Hay quien piensa que se le ve el plumero. Apartado Mazón, cita a quienes serían sus posibles sucesores, y hasta al dueño del restaurante donde comió. Un trabajo a destajo. Dios se lo pague. Pero extraña que cuando algunos ministros siguen con tanto detalle la peripecia de ciertos jueces, y los ponen a caldo, a otros los ignore. No quiero pensar en motivaciones de cercanía política.
Mazón ya está descartado. Podía haberse decidido antes. En su día lo designaron Casado y su alter ego Egea, el campeón en lanzamiento de huesos de aceituna. Qué país.