IGNACIO MARCO-GARDOQUI-EL CORREO

Le prometo que me esfuerzo y trato, todos los días, de traer aquí noticias agradables con las que dibujar un futuro color de rosa. Uno en el que el optimismo sea obligatorio y la alegría, la pauta habitual. Lo malo es que por más que me empeño, leo y releo las noticias, encuentro poca cosa que sirva para el objetivo. Ayer mismo tuvimos un buen dato de empleo, pero ¿era realmente bueno? No sé, al final resulta que fue el correspondiente al peor mes de junio de los últimos ¡15 años! Y eso que la transmutación de contratos temporales -inscritos en las listas del paro- en ‘fijos discontinuos’, que cobran también el paro pero desaparecen milagrosamente de las listas del SEPE, ayudan mucho a crear ese ambiente estadístico que Pedro Sánchez calificó de «formidable». La idea me parece tan excelente que, la próxima vez que los análisis de sangre me digan que tengo el colesterol alto, en lugar de hacer régimen, pienso cambiar de analista y buscar uno más complaciente con las miserias humanas.

Pues eso, tengo las mejores intenciones, pero solo encuentro las peores noticias. La vicepresidenta Calviño asegura que nos esperan trimestres complejos. ¡Ojo! No malos, solo complejos y de inflación «persistente». Pero el Banco Central Europeo, y no digamos la Fed, hablan ya sin recato de la elevada posibilidad de que entremos en recesión en el próximo otoño. En Alemania tiemblan ante el corte de gas ruso que consideran inminente y, de momento, es la primera vez en 31 años que presentan un déficit en su balanza comercial. En Francia van a aprobar una ley que permite declarar el ‘Estado de Guerra’ energético y ocupar las centrales de gas en caso de que haya problemas de suministro. ¿A que suena alarmante? También tenemos el euro en su nivel más bajo frente al dólar, 1,02, y el gas por encima de los 170 €/Mw, mientras que el banco JP Morgan ve al petróleo por encima de los 300$. Su competidor, el Citi, prevé lo contrario, una gran caída del barril. Pero es peor, lo hace por la posibilidad de la recesión. ¿Se puede hacer un plato delicioso y saludable con semejantes ingredientes? Yo me rindo, lo siento, no me sale.

Por eso le recomiendo que no lea las noticias porque deprimen una barbaridad. Es mucho mejor ver los tuits que manda la ministra Irene Montero desde Nueva York, paseando por la Gran Manzana con sus coleguis del Gobierno, a donde llegaron en un Falcon superguay y super cómodo. El viaje no fue barato, pero ellas no pagaban, lo hacía usted, pues eso, sonreían sin parar. No como yo, que estoy con una horrible cara de avinagrado por culpa de esto de la inflación que no cesa y a todos amenaza.