Miquel Escudero-El Correo
El escritor Ramón Gómez de la Serna murió hace 61 años, fue grande al buscar la ilusión de instantes de autenticidad. Quería unir conciencia, inteligencia y benevolencia para soportar la aridez de la vida. Reivindicó su trabajo de periodista con esta sentencia: «Solo sé que gracias al periódico vive el escritor, pues los libros son largos de escribir y cortos de venta». Formuló que «humorismo + metáfora= greguería» y buscaba el reconocimiento de lo trivial para transfigurarlo. Escribió miles de greguerías, una de ellas decía con ironía: «Tenía tan mala memoria que se olvidó de que tenía mala memoria y comenzó a recordarlo todo».
¿Cuál es la percepción que cada cual tiene del mundo en que habita, dónde la conservamos? Una base de datos es un conjunto de datos organizado en archivos y que permite obtener con rapidez diversas informaciones. Se recopilan de forma electrónica y son de todo tipo: palabras, números o imágenes. El idioma es una instalación en la vida y, si somos bilingües, nos sentimos en ambas lenguas como en casa; son indudables figuras de apego. Para Julián Marías, suponen moradas que nos dan la primera interpretación de la realidad. Y «no solo se habla, sino que se vive en una lengua; en ella vivimos, nos movemos y estamos».
Cabe decir que el español es una lengua básicamente americana. Se cuenta que tiene 600 millones de hablantes, con dispares habilidades léxicas y gramaticales. De esos millones, 125 son de México; 60 son de Estados Unidos; 50 son de Colombia; 44 son de Argentina. Y 43 son de España. Estos datos curiosos los leo en ‘Los futuros del español’, el horizonte de una lengua internacional.