EL CORREO 28/12/14
· La líder del PSE estima de «sentido común» que en «un espacio europeo de justicia» los años cumplidos en «un país o en otros» formen parte «de la misma condena»
La secretaria general del PSE, Idoia Mendia, confió ayer en que el Tribunal Supremo haga una «interpretación adecuada» de la decisión marco de la Unión Europea que insta a descontar de las condenas de los presos de ETA los años ya cumplidos en otros países, como es el caso de Francia. De lo contrario, advirtió, el Estado español podría sufrir un «nuevo tirón de orejas», tal y como ocurrió con la anulación de la ‘doctrina Parot’.
La Sala Penal del alto tribunal, con una fuerte división interna, decidió a mediados de este mes posponer hasta el 13 de enero cualquier decisión sobre esta materia, pese a las prisas del Gobierno central. Desde el Ejecutivo de Rajoy tacharon de «incomprensibles» las excarcelaciones del histórico de ETA Santiago Arrozpide Sarasola, ‘Santi Potros’, y de Alberto Plazaola, dictadas por la Audiencia Nacional. Más de medio centenar de reclusos han pedido acogerse a la norma marco europea y restar de las condenas que les quedan sus años de reclusión en cárceles francesas.
La dirigente socialista consideró ayer que en España se han traspuesto «con demasiada tardanza» las directivas de la UE y lamentó que si en esta ocasión existe una «contradicción» a nivel judicial es porque, según señaló en una entrevista concedida a Europa Press, el Gobierno central «ha incluido una cláusula que tiene visos de ilegalidad». Mendia, que subrayó que «en las normas penales, la retroactividad siempre es a favor del reo», se refirió en este sentido a «la coletilla» incluida en la trasposición en la que se matiza que «no serán de aplicación las sentencias anteriores a 2010». Un apartado que, según advirtió Mendia, «claramente puede llevar a una situación idéntica a la vivida con ‘la Parot’».
La líder del PSE estimó de «sentido común» que «en un espacio europeo de justicia y seguridad, las penas cumplidas en un país o en otros sean la misma condena y, por tanto, se descuenten los años». En cualquier caso, abogó por «dejar que sean los jueces quienes puedan trabajar con libertad y tomar dicha determinación». «La interpretación o injerencia gubernativa no ha sido positiva y ahora la pelota está en el tejado del Supremo», lamentó.