¡Menudo descaro!

IGNACIO MARCO-GARDOQUI-EL CORREO

 

Habrá comprobado que entre las medidas adoptadas el martes por el Gobierno hay muchas subvenciones, pero ninguna bajada de impuestos, a pesar de haberse comprometido a ello el presidente Sánchez en la última reunión de la Conferencia de Presidentes. Tampoco hay ninguna medida destinada a recortar algún gasto, por pequeño que sea o por su evidente inutilidad, que haberlos ‘haylos’ a paletadas. Exactamente 60.000 millones en cálculos realizados por el IEE hace un par de semanas. Todos, o al menos yo que soy un ingenuo muy bien pensado, suponíamos que ello era debido a su deseo de cuidar de las cuentas públicas y evitar que su déficit creciera aún más. Pues no. Ayer pudimos comprobar que es pura cicatería y purito miedo a que cualquier recorte le estigmatice frente a la opinión pública y le empiecen a recordar las terribles actuaciones de su antecesor, el gran Rodríguez Zapatero.

Todo el país está abrumado por la subida de los precios. Los de la energía, la cesta de la compra, el transporte y de todo lo que se le ocurra. ¿Todo el país abrumado? Incierto. El Gobierno está encantado, pues sus arcas están llenas. La ministra de Hacienda, en todo su esplendor y sin el mínimo atisbo de vergüenza, presentó ayer la mayor reducción del déficit público acaecida en la historia presupuestaria española desde que existen registros. Desde el 10,27% del año 2020 al 6,87% del 2021. En números, 31.000 millones; en porcentaje, un 28%. ¿Cómo es posible? La ministra se empeña en decir que el milagro se ha producido gracias a la bondad de las medidas de política económica aplicadas por el Gobierno. Es una pena, pero creo que debería rebuscar más en el baúl de las razones. La previsión de crecimiento realizada por el Ejecutivo para 2021 era del 6,5% y fue de tan solo un 5,1%. Tan es así, que en la previsión de ingresos realizada en septiembre se equivocó en 8.500 millones por defecto.

¿Cómo es posible entonces el milagro de la recaudación que ha permitido tamaña reducción del déficit? Pues porque hay muchos impuestos, la mayoría, que se aplican de manera proporcional, de tal manera que la subida de los precios y en especial los de la energía le han permitido obtener una recaudación inesperada, a pesar de las bajadas que hizo el pasado ejercicio. La recaudación del IRPF subió un 7,5% (de eso puede estar satisfecho, pues es consecuencia de la evolución del empleo); pero el IVA subió un 14,5% y los impuestos especiales, un 5%.

En resumen, Hacienda se llevó el año pasado 31.000 millones no previstos del sistema. Súmele la erosión que hará este año la inflación en su bolsillo y verá cómo nos quedamos. ¿Desnutridos? Algo así.