Alejo Vidal-Quadras-Vozpópuli
La convocatoria de elecciones en la presente hora de nuestro devenir es una necesidad nacional, es un imperativo político y ético
Ayer sábado 10 de mayo tuvo lugar en la Plaza de Colón en Madrid una magna concentración de ciudadanos convocada por la Plataforma por la España Constitucional. Creo de interés para mis lectores habituales en este periódico independiente e insobornable -quedan pocos que puedan calificarse así- conocer la alocución que pronuncié con tal ocasión:
“Muy buenos días a todos en esta memorable mañana madrileña en la que os habéis congregado en esta emblemática Plaza de Colón para manifestar de forma inequívoca vuestro compromiso con España, con su unidad, su seguridad y su prosperidad.
Obligaciones familiares ineludibles me impiden estar hoy entre vosotros, pero he querido mandaros un mensaje, aunque sea a través de una pantalla, para felicitaros por vuestra impresionante movilización, vuestro activismo infatigable y vuestra indomable voluntad. Recuerdo con enorme emoción la concentración del 21 de enero de 2023 que fue el arranque de lo que es hoy la Plataforma de la España Constitucional, una vasta red de entidades civiles de propósitos diversos, pero todos ellos nobles y positivos, enlazadas por un objetivo común: abrir una nueva etapa de nuestra historia que conduzca a nuestra gran Nación por la senda del éxito y la haga emerger del profundo hoyo de desánimo, división y declive en la que la han metido siete años de gobierno encabezado por un presidente que actúa permanentemente contra el interés general y que está entregando España a pedazos a aquellos que aspiran a liquidarla. Hay que remontarse al Godoy de 1808 o al Conde Don Julián hace trece siglos para encontrar personajes equiparables a Pedro Sánchez.
Las familias de los cinco fallecidos habrán experimentado un notable consuelo tras oír este planteamiento. Y qué decir de las enormes pérdidas causadas por la caída a cero del sistema eléctrico, estimadas en un intervalo que va desde los 1.600M de euros a los 4.500. ¿Son también un tema menor? Lamentable
La convocatoria de elecciones en la presente hora de nuestro devenir es una necesidad nacional, es un imperativo político y ético y es un ejercicio de supervivencia. Dos años más de Pedro Sánchez y el daño a muestra economía, a nuestra cohesión, a nuestro estado de derecho, a nuestra posición internacional y a nuestra moral colectiva puede ser irreparable. Librarnos de este castigo bíblico con apariencia humana constituye una acción de legítima defensa. El presidente del Gobierno no es capaz de presentar presupuestos durante dos ejercicios consecutivos, pisoteando así el mandato constitucional que le obliga a hacerlo, apenas puede aprobar leyes dada la heterogeneidad caótica de la mayoría parlamentaria que le invistió y la oposición de cinco ministros de su propio Ejecutivo que boicotean sus iniciativas un día sí y otro también. Es obvio que a Pedro Sánchez no le interesa el ejercicio del poder, sólo le obsesiona su disfrute.
Un individuo que puede afirmar categóricamente desde la tribuna del Congreso que España no tiene uranio cuando contamos con las segundas reservas más abundantes de la Unión Europea, estimadas en unas 30.000 toneladas, no sólo es un descarado mentiroso, es un peligro para nuestra Nación, porque es capaz de faltar a la verdad sin que se altere un músculo de su impávida faz de hormigón armado, es decir, no le importa insultar a nuestra inteligencia todos los días demostrando así su desprecio por los españoles, especialmente por los que le votan. Una persona que considera que el tremendo apagón que dejó sin electricidad a España, Portugal y parte del sur de Francia durante dieciocho horas hasta el restablecimiento completo del suministro es un mal menor comparado con las ocho mil muertes que cada año, según él, provoca el cambio climático, es un auténtico desalmado. Las familias de los cinco fallecidos habrán experimentado un notable consuelo tras oír este planteamiento. Y qué decir de las enormes pérdidas causadas por la caída a cero del sistema eléctrico, estimadas en un intervalo que va desde los 1.600M de euros a los 4.500. ¿Son también un tema menor? Lamentable.
Hay que movilizarlos, entusiasmarlos y activarlos para que la pesadilla en la que estamos atrapados acabe y podamos codo con codo y hombro con hombro cambiar un presente ahora decepcionante y labrar un brillante futuro para una Nación, la nuestra, España
Queridos amigos, el sombrío cuadro que contemplamos sin pausa ni respiro no debe desanimarnos, por el contrario, nos ha de mantener en nuestro objetivo de contribuir como sociedad civil a configurar una alternativa política dispuesta a realizar todas las reformas estructurales indispensables para impedir que los errores estratégicos, la falta de sentido de Estado y las fragilidades conceptuales y morales que nos han traído hasta la actual crisis institucional que pone en riesgo la existencia misma de España como Nación, no se vuelvan a repetir.
Como reza el título de un libro de inminente publicación de una de las jóvenes figuras de nuestra vida pública de gran potencial y destacable claridad de ideas, España tiene solución y para alcanzarla todos los que estáis reunidos aquí en este día estimulante no debéis caer en la indiferencia o el desaliento porque hay millones de nuestros compatriotas que comparten sin reservas las inquietudes, las aspiraciones y las propuestas que se han oído aquí esta mañana. Hay que movilizarlos, entusiasmarlos y activarlos para que la pesadilla en la que estamos atrapados acabe y podamos codo con codo y hombro con hombro cambiar un presente ahora decepcionante y labrar un brillante futuro para una Nación, la nuestra, España, que por su historia formidable y por sus gentes extraordinarias, merece que la engrandezcamos y la sirvamos con una entrega sin límites.