ENRIC GONZÁLEZ – EL MUNDO – 03/09/16
· Me siento mal. Según leo en los principales periódicos, mis conciudadanos sufren por la falta de gobierno. Resulta incómodo no participar de ese padecimiento colectivo, y aún más incómodo no alcanzar siquiera a comprenderlo. Sé que millones de personas han dado su voto a Mariano Rajoy, pero en mi opinión no deberían sentirse frustrados: ahí está, en La Moncloa.
Haciendo de funcionario en funciones, lo que mejor se le da. Anda deprisa, o como se llame eso que practica en calzón corto, tuitea sobre deportes, atiende la correspondencia, estudia el calendario para poner trampas a sus rivales y derrocha gracejo en los turnos de réplica.
Hay quien dice que mientras permanezca en funciones no podrá subir las pensiones, pero se trata de unas centésimas que se añadirán a la siguiente revisión. También hay quien dice que así no podrá controlar el déficit. Yo podría argumentar que el déficit es el que ha dejado el propio Rajoy tras cuatro años de mayoría absoluta, y que su acuerdo con Albert Rivera no parecía destinado a controlar el gasto, sino más bien a aumentarlo. La falta de liderazgo, dicen algunos, nos condena a la irrelevancia internacional. Como en los últimos años, ¿no?
Mientras no hay gobierno, el empleo no se precariza aún más. Mientras no hay gobierno, no se aprueban disparates como la ley mordaza. Mientras no hay gobierno, los diputados asisten a las sesiones parlamentarias. Mientras no hay gobierno, España va. Mientras no hay gobierno, Rajoy, que para eso es el más votado, va sumando meses de mandato. Y, aún mejor, mientras no hay gobierno no gobierna Pedro Sánchez.
La situación permanece bloqueada, dicen, por la animadversión personal entre Rajoy y Sánchez. Tal vez un relevo en las secretarías generales facilitara un entendimiento. Ahora bien, conviene pensar en los sustitutos que serían capaces de segregar dos organizaciones como el PP y el PSOE.
Mientras tanto tenemos Cortes, tenemos Constitución, tenemos leyes y tenemos un Gobierno inofensivo. Lo siento, a mí no me parece tan terrible. Espero que sobrellevemos la tercera campaña electoral y que en diciembre o enero votemos más o menos lo mismo que las otras veces. Tengo la impresión de que la alternativa al Gobierno en funciones, un gobierno minoritario aupado por sus enemigos, sería (o será en octubre) peor que lo de ahora.
ENRIC GONZÁLEZ – EL MUNDO – 03/09/16