EL CORREO 03/06/14
· Madrid se convirtió en el epicentro de las protestas contra la Monarquía, mientras que EH Bildu apoyó las concentraciones en Euskadi
La Puerta del Sol en Madrid se convirtió ayer en el epicentro de las protestas convocadas en el conjunto de España en favor de un referéndum para someter a votación la continuidad o no de la Monarquía. Más de 20.000 personas se dieron cita a través de las redes sociales en la céntrica plaza madrileña para reclamar la proclamación de la III República. Entre banderas republicanas y consignas como ‘España mañana será republicana’ y ‘borbones, a las elecciones’, los manifestantes se concentraron en un ambiente festivo a partir de las ocho de la tarde, en un acto secundado por el secretario general de IU, Cayo Lara, y el fundador de Equo, Juan López de Uralde.
«La República no ha llegado todavía, pero ya está cerca con la abdicación del Rey. Es el momento de dar la palabra al pueblo soberano para que los ciudadanos decidan si quieren, mediante referéndum, una Monarquía o una República», declaró Cayo Lara. Por su parte, López de Uralde defendió la consulta para que los españoles decidan el modelo de país que quieren, «más aún cuando estamos inmersos en una crisis institucional».
La concentración de Sol, que de madrugada continuó con una asamblea, fue la más multitudinaria de las convocadas. También se celebraron movilizaciones en Euskadi. Entre otras, en la Plaza del Arriaga de Bilbao, seguida por alrededor de 2.000 personas; en la Plaza de la Virgen Blanca de Vitoria, que reunió a unos 300 participantes; y en Eibar, localidad donde se proclamó la República. Barcelona, Sevilla y Valencia fueron otras de las ciudades que secundaron las convocatorias, horas después del histórico anuncio del Rey. En Cataluña, ERC, ICV y la CUP convocaron concentraciones en los ayuntamientos entre esteladas. La Plaza de Catalunya agrupó a alrededor de 3.000 personas para completar la fotografía de las protestas.
Fin del bipartidismo
Algo más republicana y menos ‘juancarlista’. La España que se va a encontrar Felipe de Borbón al frente de la jefatura del Estado acaba de exhibir en las elecciones europeas un declive sin precedentes del PP y del PSOE, los dos partidos mayoritarios que han sostenido la Casa Real en los últimos 39 años. En paralelo, la crisis que arrastra la Monarquía desde el accidente del Rey en la cacería de Botswana y el escándalo del ‘caso Nóos’ que afecta a Iñaki Urdangarin y su mujer, la Infanta Cristina, ha dado alas a los partidarios de un cambio en la organización del Estado, abanderado por Izquierda Unida, Esquerra Republicana de Catalunya y, ahora, Podemos, tres fuerzas minoritarias en el ta-
blero de juego, pero en ascenso en los últimos comicios. De hecho, el anuncio de la abdicación fue aprovechado ayer por estas formaciones para promover la convocatoria de un referéndum en busca de la III República y celebrar concentraciones de protesta. La plataforma ecologista Equo, la formación valenciana Compromís y EH Bildu se sumaron a las movilizaciones, a pesar de que la izquierda abertzale matizó que apuesta por una «República vasca».
Las juventudes del PSOE evitaron adherirse a los actos, pero recalcaron que «es el momento de consultar al pueblo». «Es el momento de cambiar España» y dar voz a la ciudadanía para lograr un cambio constitucional que construya un nuevo futuro», explicaron en un lenguaje muy medido, en plena catarsis del socialismo por la sucesión de Alfredo Pérez Rubalcaba.
En realidad, la organización juvenil del Partido Socialista defendió el final de la Monarquía en la conferencia política celebrada el pasado mes de octubre en Bilbao. «No queremos un referéndum. Queremos la República», advirtió el secretario general de las juventudes del PSOE, Nino Torre, entre los aplausos de sus compañeros.
En un momento en el que se discute la organización territorial del Estado y el PSOE apuesta por un modelo federal, la abdicación parece haber insuflado aire al debate. El diputado de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, registró una proposición no de ley en la que plantea que todos los cargos públicos y representativos, incluida la Jefatura del Estado, sean designados mediante elección de los ciudadanos, ya sea de manera directa o a través de sus representantes, como establece el artículo 23 Constitución Española.
Del 23-F a la cacería
De alguna forma, esta es la fotografía del republicanismo hoy en España. Las movilizaciones de ayer han sido las primeras protestas organizadas en la calle en contra de la Monarquía, en una corriente que ha ganado fuerza a raíz del accidentado safari en Africa. El Rey se partió la cadera en abril de 2012 al sufrir una caída en la zona de acampada instalada durante una cacería de elefantes en Botswana. El accidente afectó a la imagen pública de la Casa real, ya erosionada por la imputación de Urdangarin, al producirse en el momento más grave de la crisis económica. El ‘juancarlismo’ que había salido entronizado de la Transición y, sobre todo, del Golpe de Estado, perdió adeptos.
La imagen del Rey pidiendo perdón por su inoportuno incidente contrasta con el vídeo en blanco y negro del Monarca en la noche del 23-F, en la que echó por tierra el intento del golpe al renovar su compromiso por la Constitución y una democracia aún titubeante tras 40 años de dictadura. Desde entonces, su figura como jefe de Estado y garante constitucional fue aumentando hasta que comenzaron los problemas internos en la Casa Real, agudizados por el virulento impacto de la crisis , la explosión de la cifras del paro en España y el escándalo del ‘caso Nóos’.
En las redes sociales se comparaban ayer fotografías de la concentración de la Puerta del Sol con imágenes históricas del mismo escenario en blanco y negro, tras la victoria de los partidarios de la República en las elecciones de 1931.