EL CORREO 15/03/13
· El abismo que separa al PP y a EH Bildu bloqueó ayer, por segunda vez consecutiva, la puesta en marcha de la ponencia de paz. La presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejeria, decidió posponer la constitución de este foro tras el duro enfrentamiento que protagonizaron los populares y la coalición abertzale en el transcurso de la sesión plenaria.
· La trifulca tuvo su máxima expresión cuando la abertzale Laura Mintegi calificó de «políticos» los asesinatos de ETA, lo que provocó la ira de un buen número de parlamentarios.
· La suspensión decretada por Tejeria recibió el respaldo de PNV y PSE, mientras que EH Bildu la tildó de «lamentable».
La ponencia llegaba coja de antemano. El PP anunció el miércoles su intención de no participar en la creación de este grupo de trabajo como muestra de sus recelos ante la presencia de EH Bildu. UPyD ya había anunciado su ausencia del foro. Desde un inicio la formación que lidera Antonio Basagoiti se negó a priori a compartir espacio en la ponencia con una coalición que no ha condenado los crímenes de ETA y exigió al PNV y PSE una mayor exigencia hacia la izquierda abertzale. El PP espera definir su postura en el debate sobre «la resolución del conflicto» que ha convocado EH Bildu en la Cámara el próximo día 22. Los populares ven en este pleno monográfico una oportunidad para que cada parte se retrate, si bien todo apunta, máxime tras la escena vivida ayer, a que la polémica volverá a estar servida.
El Parlamento vasco recordó a tiempos pretéritos. Dos fueron los episodios de mayor tensión que obligaron a la presidenta a poner orden en el hemiciclo. El primer encontronazo vino motivado por el uso por parte del representante de EH Bildu Julen Arzuaga del término «presos políticos» a la hora de referirse a los reclusos de ETA. Lo hizo durante su intervención para pedir la derogación de la ‘doctrina Parot’. Todos los partidos, salvo el PNV, rechazaron esta denominación. «No estamos hablando de presos políticos, sino de terroristas condenados por cometer asesinatos y atentados», puntualizó el socialista Rodolfo Ares.
La decisión de la coalición de acuñar nuevamente este término y de justificar su uso en cuanto a que –señaló Arzuaga– «existen presos políticos y políticos presos», colmó la paciencia del PP. La parlamentaria Nerea Llanos instó a Tejeria a emplazar a EH Bildu a dejar de utilizar el calificativo de «políticos» en alusión a los reclusos de la banda terrorista por ser «una ofensa para un país democrático». La presidenta de la Cámara apuntó que haría constar en acta la petición de Llanos, si bien descartó dirigirse a la coalición abertzale. «En democracia usted utiliza una terminología y otros, otra», le replicó. La representante popular optó entonces por abandonar el atril y no hacer uso de su segundo turno de palabra.
La portavoz del PP, Arantza Quiroga, elevó una queja formal ante la presidenta por «dejación de funciones», que no tardó en recibir respuesta. Tejeria replicó que «en la anterior legislatura, en al menos veinte plenos presididos por Quiroga, se utilizó el mismo término en reiteradas ocasiones sin que se adoptara ninguna medida al respecto», al tiempo que pidió a los parlamentarios que actúen «desde el respeto».
La polémica más grave, sin embargo, estaba aún por llegar. El detonante fueron las declaraciones de la portavoz de EH Bildu. Durante el debate de una propuesta del PP que emplazaba al Gobierno vasco a la elaboración de un plan para deslegitimar el terrorismo –no salió adelante–, Laura Mintegi diluyó la responsabilidad de ETA en el marco de un «fracaso colectivo» y la imposibilidad de solucionar el «conflicto político» mediante el diálogo. «Según su razonamiento las víctimas han buscado su propio asesinato por falta de diálogo; ahora entiendo por qué estaba tan campante en el homenaje que este Parlamento rindió a Fernando Buesa», le replicó la popular Arantza Quiroga.
La ‘mecha’ no había hecho nada más que prender. La representante abertzale aprovechó el siguiente turno de palabra para dirigirse a Quiroga. «Todas las víctimas que murieron por causa política, porque no murieron de un accidente de tráfico, un infarto o un cáncer, son una tragedia y todas son evitables porque tienen un origen político y eso depende de la sociedad, de las personas y de los políticos», espetó Mintegi. Esta intervención llevó a varios parlamentarios del PP a pedir desde sus escaños que la portavoz de EH Bildu condenase a ETA, la única culpable de los asesinatos. «¡Nos han estado matando!», gritaron. El alboroto obligó a la presidenta a pedir hasta por tres veces silencio para poder proseguir con el pleno. Lejos quedaron ya las invitaciones que el PNV y el PSE dedicaron en el hemiciclo al PP para que se sumara a la ponencia de paz. Es más, el «clima» llevó precisamente a Tejeria a posponer su constitución, que confió en que se produzca «a la mayor brevedad posible». «Es imprescindible que estén las cuatro grandes fuerzas», defendió el jeltzale Iñigo Iturrate. La polémica de ayer no hizo, sin embargo, más que agrandar la brecha que separa al PP y a EH Bildu.
Y es que para los populares, las declaraciones de Mintegi «constatan que la izquierda abertzale no acepta las reglas del juego» y que continúa «justificando» los asesinatos de ETA. En este sentido, Quiroga hizo un llamamiento al PNV y PSE para recuperar el consenso logrado en la anterior legislatura en torno a este foro –una base ética con la que no comulga la izquierda abertzale, por no haber estado presente en el mismo–, como única posibilidad de que su partido se adhiera a la ponencia.
Jeltzales y socialistas no dudaron en criticar, con mayor o menor contundencia, las palabras de la portavoz de EH Bildu. Mientras Joseba Egibar calificó de «muy desafortunada» la intervención de Mintegi, el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, enmarcó la misma en un discurso que su formación «creía olvidado desde hace años», pero que «su subconsciente» hizo aflorar ayer. «Quiero pensar que la señora Mintegi quería hacer otras reflexiones, pero empezó mal y acabó peor», consideró Pastor, al tiempo que advirtió que el asesinato de Fernando Buesa no se puede calificar como una «muerte por motivos políticos».
Al término del debate, la portavoz de EH Bildu –que durante el pleno volvió a eludir cualquier condena a los atentados de ETA– lamentó la decisión de suspender la puesta en marcha de la ponencia de paz y, pese a ser consciente de la polvoreda que levantaron sus declaraciones, afirmó que durante su intervención se limitó a «constatar» que «el conflicto vasco tiene un origen político». «La democracia consiste en escuchar lo que te gusta y lo que no», apostilló Mintegi.