Santiago González, EL MUNDO, 18/6/12
Los nuevos batasunos han descubierto otro modelo en el que inspirarse: la autodeterminación que van a ejercer los escoceses en otoño de 2014 después de la Ryder Cup de Golf. Nada hay que guste tanto a un abertzale como imitar a la madrastra de Blancanieves en su juego, especular y preguntar si el del cristal es tan autodeterminista como él mismo.
Ahora toca Escocia. En la edad de bronce, cuando Txema Montero era aún batasuno, tenía un modelo doble: «Albania por su conciencia nacional, y la RDA por su alto grado de desarrollo». Su colega Esnaola no lo veía así: «No aspiramos a una Albania del Cantábrico. Nuestras miras se dirigen más bien al modelo sueco».
Al hoy dirigente bildutarra Joseba Azkarraga le gustaban más las islas Åland, un archipiélago del Báltico, que tiene «sellos y correo postal». También tuvo su tirón la ex república soviética de Georgia: los georgianos eran los vascos de la URSS, el euskara y el georgiano tienen raíces semejantes, y habían hermanado a tres ciudades (Tiflis, Batumi y Kutaisi) con las tres capitales vascas: Bilbao, San Sebastián y Vitoria.
También nos hemos fijado en Irlanda, Quebec, Bosnia, Nueva Caledonia, Chequia y Eslovaquia, palestinos, tamiles, irlandeses o alemanes del Este. Allá donde se haya pronunciado alguna vez la palabra autodeterminación se ha ejercido el sortilegio. No importa que el resultado de Quebec haya terminado con las fantasías secesionistas por muchos años, ni que el referéndum alemán fuera para unir, no para separar. Mientras, en la lejana Sudáfrica, patria de Currin, el Partido Inthaka reclamaba para sus zulúes un estatuto de autonomía como el vasco.
También tuvo su momento Puerto Rico en la extravagante propuesta de Ibarretxe hace 10 años: un estado libre asociado. Aquel mismo año, el lehendakari hizo traer a un prestigioso catedrático de Historia de la Universidad de San Juan de Puerto Rico para deleitarse en los parecidos con Euskal Herria. Fue un fiasco. El historiador le dijo que aquel estatus había sido una buena salida para Puerto Rico, pero que no tenía conocimiento de que nunca, en ninguna parte del mundo, la ruptura de un estado unitario diera lugar a dos estados asociados.
Los nacionalistas escoceses andan pisando huevos para no molestar. No aspiran a emanciparse de la reina ni de la libra y no les va a venir bien la simpatía abertzale, tan aparatosa. Por otra parte, es posición que los comisarios europeos expresan cuando se les pregunta por ello, que si en Escocia ganara la independencia, quedaría fuera de la Unión Europea, debería solicitar el reingreso y todos los países miembros tendrían derecho a veto. España ya ha anunciado que lo ejercería.
Yo no sé si a los nuevos batasunos, nuestros nuevos caledonios, les irá este plan o les convendría ligarse a la autodeterminación de las Malvinas, que se producirá en 2013. Podrían ser un estado libre asociado a la Argentina de Kirchner. Después de lo de YPF, sería un modelo alternativo para joder a los españoles.
Santiago González, EL MUNDO, 18/6/12