Javier Elzo, EL CORREO, 22/7/12
Hablan de dar la palabra al pueblo pero los que vivimos en Gipuzkoa sabemos que, en el tema de las basuras, de dar la palabra al pueblo nada. Nada de nada
Hace varios días cayó en mis manos un texto de treinta paginas de la izquierda abertzale, ‘EKIA 17’, fechado en febrero de este año que después he visto citado, pero no reproducido en su totalidad, en unos pocos espacios de la Web. El pasado miércoles 11 de julio leí en la prensa una rueda de prensa de representantes de Sortu donde se hace mención de otro documento de 100 páginas que todavía no conozco. Sin embargo, creo que el texto de febrero permite ya efectuar algunas consideraciones de importancia. Me limito aquí a tres de entre las posibles, con algunos añadidos al final.
En un reciente artículo en ‘El Diario Vasco’ (07/07/12) que titulé ‘Los tres ejes de EH Bildu’ preguntaba cuál es, en la realidad, no sobre el papel, el país actual o pasado con el que EH Bildu más se identifica, y sugiere, para Euskal Herria, como modelo global de futuro. Y avanzaba, en forma interrogativa, si China, Cuba, la Yugoslavia de Tito, la Nicaragua de Ortega u otra realidad. Pues bien, la respuesta ya estaba escrita en ‘EKIA 17’, en su pagina 12. Es esta que transcribo literalmente: «Ideológicamente la única alternativa de Estados Unidos o de la Unión Europea es unirse al eje de Centro América y Suramérica. Es lo que llamamos socialismo del siglo XXI. (…) Por lo que salvando todas las distancias, es un gran espejo para todos los que queremos ir hacia el socialismo profundizando en la democracia». No citan los países pero es fácil adivinar que están pensando en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y quizás también Bolivia. Creo que es importante que los vascos sepamos que ese es el espejo en el que se mira, y proyecta como deseable para Euskadi, la izquierda abertzale y quienes le acompañan en su viaje electoral.
Al tema de las víctimas le dedican tres párrafos en la página 19. No tienen desperdicio. Transcribo íntegramente el segundo. «Como hemos dicho antes, la izquierda abertzale pide el reconocimiento, la reparación y la garantía de no repetición para todas las víctimas. Y aunque el Estado utilice las víctimas como arma arrojadiza contra la izquierda abertzale, nosotros queremos desarmar el ámbito de las víctimas para que en vez de alimentar el conflicto, se convierta en ámbito de solución. La izquierda abertzale no tiene problema en reconocer lo que ha hecho dentro del crudo conflicto, pero sabemos que el Estado no reconocerá nunca lo que ha hecho. Queremos colocar al Estado ante el espejo de sus miserias bajo la mirada de la sociedad vasca y la comunidad internacional». Convendría que lo leyeran los del PP y muchos tertulianos y opinadores. Porque, como señalan en varios párrafos de este documento, están ganando la batalla política. Es lo que dice también, desde otra perspectiva obviamente, la presidenta del Foro Ermua, Inma Castillo de Cortázar, tras afirmar que el plan de reinserción anunciado por el Gobierno de Rajoy, «refuerza esa gran victoria política de ETA» (en la web del Foro Ermua del 27/04/12). En la izquierda abertzale no dudarán en pedir perdón en la plaza pública si saben que así obtendrán sus objetivos políticos. Aunque sería de agradecer que lo pidieran… si lo sienten de verdad. No por imperativos legales o por conveniencias políticas.
El tercer aspecto en que voy a detenerme se refiere a la «alternativa socio-económica para Euskal Herria», en las paginas 21 y 22 del documento. Vale la pena leerlas con detenimiento. Son muy claros y rotundos en lo que denominan la primera fase, la crítica a lo que se ha hecho hasta ahora, abogando por la respuesta popular, movilizaciones, etc. Pero son nulos, en la segunda fase, en la «proposición de alternativas». Una vez más lo mejor es darles la palabra. «Debemos hacerle a la sociedad de Euskal Herria una propuesta clara para salir de esta situación de crisis. No estamos trabajando en una declaración de principios, ni mucho menos. Queremos completar la alternativa que construirá las medidas claras que tengan influencia en el desarrollo de nuestra economía…» Pero no las busquen en este documento. No las encontrarán. En contra de lo que dicen, se quedan en meras declaraciones de principios. ¿Estará en el documento del que hablaron el miércoles 11 pasado? Hablan de dar la palabra al pueblo pero los que vivimos en Gipuzkoa sabemos que, en el tema de las basuras, de dar la palabra al pueblo nada. Nada de nada. La niegan. Como todos los totalitarismos se sirven del pueblo para conseguir el poder, pero cuando lo tienen se olvidan del pueblo. Forma parte de la historia del absolutismo político: «Todo para el pueblo pero sin el pueblo». Así en la página 29, en el punto 14 de las características principales de Sortu, leemos esta perla: «La vocación de Sortu debe ser el convertirse en la única fuerza política nacional».
En efecto, el documento contiene al final, páginas 27 a 29, unas muy importantes consideraciones sobre Sortu (recuérdese que el texto es de febrero, antes de la legalización de Sortu) que merecen comentario propio. Pero hay que esperar a conocer el documento recién presentado para, si cabe, comentarlo.
Dos ideas para cerrar. Se interesan mucho más por la dimensión nacional que por la social. Tienen más desarrollado lo de abertzale que lo de izquierdas, lo que no quiere decir, añado, que sean más abertzales que de izquierdas. Pero, en realidad, lo que pretenden es alcanzar el poder. Ahora bien, aunque hablen de la necesidad de alcanzar alianzas, quieren el poder no como Bildu, EH Bildu, Amaiur o lo que sea, sino como izquierda abertzale. Sería bueno que EA, Aralar y Alternativa se enteraran.
Javier Elzo, EL CORREO, 22/7/12