EL MUNDO – 21/06/14
· Santamaría rebaja las expectativas de ver a Felipe VI como mediador en el conflicto.
El Gobierno enfrió ayer muchos grados las altas expectativas que se han generado tras la subida al trono de Felipe VI de que el nuevo Rey se pusiera de inmediato manos a la obra asumiendo un papel de mediador, facilitador o árbitro en el conflicto que enfrenta a la Generalitat y sus aliados independentistas con el Ejecutivo central y los partidos constitucionalistas.
Pese a la frialdad, que para algunos bordeó el desplante, con la que Artur Mas acogió el primer discurso a la nación del nuevo Monarca, lo cierto es que en los círculos del poder catalán se abrió camino la sensación de que el cambio en la Jefatura del Estado podría marcar un punto de inflexión en el pulso con Madrid. Se acarició incluso la posibilidad de un encuentro, en una fecha no muy lejana, entre Felipe VI y el presidente Mas para abordar la cuestión.
De hecho, el Govern llegó a creer que la visita prevista del Monarca a Girona el próximo día 26 sería una «buena fecha» para que hablara con el president. Y eso aun a sabiendas de que en el Ejecutivo catalán son conscientes de que ese día sería muy difícil introducir una reunión de tipo formal.
La vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, consideró ayer en declaraciones a Catalunya Ràdio que el Rey puede facilitar el diálogo entre el Estado y la Generalitat, y ve con buenos ojos la posibilidad de que la visita de la semana que viene de Felipe VI a Girona promueva el encuentro con Mas.
Una cita que, según medios oficiales catalanes, debería celebrarse pronto, quizá antes del periodo vacacional de agosto o, en su defecto, inmediatamente después.
Con todo, el portavoz del Govern, Francesc Homs, quitaba hierro al posible encuentro de Girona y recordaba que la visita del Monarca al Fórum Impulsa está programada desde hace tiempo y no estaba prevista ninguna reunión especial con Artur Mas con motivo del evento. La tibieza de Homs, que sólo ha abierto la puerta a «improvisar» una cita coincidiendo con la entrega de premios, no le ha privado de remarcar la voluntad que tiene el Govern de Mas de reunirse con el nuevo Rey en cuanto sea posible, según informa Daniel G. Sastre.
Pero si la Generalitat quiso evitar trasladar una sensación de urgencia, desde La Moncloa se prefirió enfriar de golpe las expectativas. Así, la vicepresidenta del Gobierno, al ser preguntada por el posible papel de Fernando VI como mediador, optó por precisar que la Constitución marca con mucha claridad cuáles son las funciones y competencias de cada cual.
Antes de que el Gobierno enfriara las esperanzas políticas sobre la visita del Príncipe, la propia Casa del Rey había hecho lo propio. Aunque nada se confirmó hasta ayer mismo en que se distribuyó la agenda de la primera semana del reinado de Felipe VI, desde La Zarzuela se venía advirtiendo desde hace días que la visita a Girona sería mucho más breve que la de años atrás.
El deliberado apoyo de Don Felipe y Doña Letizia a la Fundación Príncipe de Girona les había llevado a pernoctar en la capital catalana y participar al día siguiente junto a los jóvenes emprendedores en los talleres del Foro Impulsa. Pero el cambio de condición, de Príncipes a Reyes, ya no casaba, a juicio de la Casa, con ese formato: «Ya no están para sentarse en el suelo», se decía muy gráficamente.
Aun así, los nuevos Monarcas harán entrega de los Premios del Foro –futuros, tal vez, Premios Príncipe de Girona– y cenarán con el patronato de la fundación, a la que Felipe VI seguirá dedicando el mismo interés –al menos, hasta que Doña Leonor sea mayor de edad– que cuando era Príncipe.
No en vano, Don Felipe fue, cuatro años atrás, el auténtico impulsor de la fundación, que se ha convertido en instrumento de vinculación de la Corona con Cataluña.
Lo cierto es que, en medio de la crisis territorial y del desafío soberanista, y pese a las expectativas de que el nuevo Rey realice gestos hacia Cataluña, no habrá, por ahora, ninguna sobreactuación.
Madina ve la consulta inviable
El dirigente socialista Eduardo Madina aseguró ayer que la consulta soberanista que la Generalitat quiere celebrar el 9 de noviembre tiene «poco recorrido», porque está fuera de la ley. El ‘precandidato’ del PSOE, nacido en Euskadi, sostuvo que la actual situación política de Cataluña tiene similitudes con la que vivió el País Vasco con el llamado ‘plan Ibarretxe’. El líder socialista no ve ninguna posibilidad de «encajar la diversidad fuera de la legalidad», razón por la que reclamó al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que ceda en su ofensiva soberanista.
EL MUNDO – 21/06/14