LIBERTAD DIGITAL 04/06/16
· Santamaría, sin mentar a Aznar, defiende que el PP alerte de «los riesgos» de cambiar la política económica. Génova mantiene su estrategia.
El Partido Popular no perdió ni un minuto en estudiar las reflexiones de José María Aznar. La estrategia está fijada desde hace tiempo, y no habrá cambios salvo sorpresas de última hora. Casi al mismo tiempo que el expresidente rechazaba «polarizar» la campaña, Mariano Rajoy avisaba de que sólo hay «dos modelos» de cara al 26J. A ello se acogieron este viernes, con ahínco, incluso desde la sala de prensa de la Moncloa. Por supuesto, volvió a caer en saco roto la sugerencia de que, llegado el caso, habría que hacer «sacrificios personales».
Tanto desde el Gobierno como desde el partido que le sustentan avalaron la estrategia de Rajoy, basada en la tesis de que los españoles tendrán que elegir entre la «moderación» del PP o el caos que representa Podemos. «Esta es la campaña definitiva: o avanzamos o volvemos al desempleo», alertó Fernando Martínez Maíllo, número tres del PP y muy próximo al presidente. Insistió como sí de una histórica encrucijada para el país se tratara: «Nos jugamos continuar adelante con las políticas de la recuperación, o volver hacia atrás. Hacia las políticas del desempleo de la izquierda, sumadas a las de la izquierda radical».
Cuando Rajoy apela al caos se refiere a todas las formaciones que no sean la suya, pero principalmente a Podemos. Según la dirección nacional, no hay otra alternativa posible al PP que no sea la de ver a Pablo Iglesias en la Moncloa. «Lo dicen los números». Y recuerdan que, tras el 20D, el PSOE vetó a los populares y «Ciudadanos contribuyó al boicot con su apoyo» a Pedro Sánchez.
Utilizando estos argumentos, y preguntada directamente por Aznar, Soraya Sáenz de Santamaría respaldó la estrategia de Rajoy desde la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Según argumentó, el PP ha de poner de manifiesto «los riesgos que considera que pueden pasar en España si se cambian las políticas económicas». «Me parece muy relevante», insistió la vicepresidenta, que no mentó a Aznar, como ya es habitual en ella, ni quiso entrara a valorar su referencia a los «sacrificios personales».
En el PP, además, le recordaron a su presidente de honor que Rajoy ofrecerá otra vez una gran coalición tanto al PSOE como Ciudadanos. Y, en este sentido, también entró en la polémica desatada Javier Maroto, para quien la clave esta en «agrupar en torno al PP» a todos los partidos» moderados» para evitar que «el extremismo» se haga con el poder. «No vamos a discutir fuera de casa, vamos a estar fuerte dentro para argumentar y darle ánimo a todo el mundo que es moderado», dijo expresamente sobre las advertencias de Aznar.
Un lío interno -«bastante menor», según el PP, acostumbrado ya a las andanadas de Aznar- en vísperas de que este sábado Rajoy presente su programa electoral en Barcelona, centrado en el empleo y la bajada de impuestos. «Es un proyecto para mirar al futuro, mientras que otros quieren volver hacia atrás y a la crisis», defendió Andrea Levy, una de las encargadas del documento, que este viernes dio una rueda de prensa en la ciudad condal. La plana mayor de la formación acompañará a Rajoy en este acto, en el que se anunciarán medidas en materia económica, social, de conciliación familiar o fortalecimiento de las instituciones.