El diputado de Podemos Juan Pedro Yllanes, que es juez en excedencia, desveló su tenso encuentro con Juan Carlos Monedero en su canal de Telegram, donde relataba que éste le había «amenazado» y dicho lo siguiente: «Me ha advertido que hasta febrero [cuando se celebra el segundo congreso de Podemos] puedo decir cosas que a él le molestan, pero que cuando todo vuelva al orden stalinista tenga ojito con lo que digo». Al poco, Yllanes modificaba esta versión y eliminaba de ella la palabra «stalinista», aunque dejando el mismo contenido y la misma acusación.
Por su parte, Monedero sostuvo que se trata de un «malentendido» y lamentó haberse enterado por «una nota» y no haber «podido discutir allí mismo» con él sobre el incidente. «Estoy convencido de que lo hubiéramos aclarado», subraya en un comunicado en Facebook.
Yllanes fue uno de los fichajes estrella de Podemos para las elecciones y se presentó como número uno por Baleares. De un tiempo a esta parte se ha convertido en uno de los apoyos más mediáticos de Errejón dentro del grupo parlamentario del Congreso y últimamente había incrementado su presencia en los medios y su participación en la campaña interna en favor de las tesis defendidas por los errejonistas. Por ejemplo, fue uno de los parlamentarios más destacados que firmó el manifiesto reclamando que no se produjera una «involución democrática» en el congreso de Vistalegre II y no se buscara «someter» a una parte.
El juez relató que las actitudes como la que había sufrido por parte de Monedero le parecen «repugnantes», pero advirtió de que «no le van a impedir» seguir dando su opinión sobre qué Podemos se necesita. «No me callé en mi carrera judicial y no decidí participar en política para callarme», remarcó, recordando su larga etapa en la Judicatura. En este sentido, Yllanes justificó la publicidad que le estaba dando al incidente porque –recalcó– «como juez y como persona» no podía «dejar pasar la intimidación». Esta versión también la corroboraba el diputado Eduardo Maura, que en ese momento almorzaba con el juez. Ambos dijeron que, tras escuchar la «rectificación» de Monedero, aceptaban sus «disculpas» y daban el asunto por «zanjado».
El ex dirigente dio una versión más relajada del encuentro en el comedor y negó que hubiera lanzado amenaza alguna a los errejonistas. El ex número tres de Podemos, persona muy cercana a Iglesias, cuenta que en su conversación con Yllanes le pidió unidad después de la celebración del congreso: «Le he dicho que […] creo que ahora, por el proceso interno, toca debatir, plantear todas las diferencias que sean necesarias, argumentar en todas las direcciones posibles y también que, pese al debate que mantengamos, que creo muy importante que después del proceso de Vistalegre volvamos a trabajar todos juntos». En su descripción de los hechos, Monedero señaló que cuando se marchó de la sala volvió a «saludar con el mismo cariño» a sus compañeros. De ahí su sorpresa por la noticia.
Pese a su salida de la dirección nacional en la primavera de 2015, Monedero ha continuado muy ligado al partido e involucrado en sus dinámicas: visitando círculos, opinando o, incluso, haciendo campaña interna por algunos candidatos. En Madrid apoyó e hizo mítines a favor del pablista Ramón Espinar y el domingo participa en el primer gran acto de la campaña de Iglesias.
En sus últimas apariciones en la televisión, Monedero ha sido uno de los principales azotes del errejonismo. Sin ir más lejos, el pasado viernes, cuando criticó que los afines a Errejón «quieren ganar en los medios de comunicación lo que han perdido en el partido», en alusión directa a la batalla de Madrid.
Por lo demás, la situación de choque de trenes se afianza. Ayer fracasó el intento de pablistas, errejonistas y anticapitalistas para pactar unas reglas de juego para el congreso. Eso significa que la última palabra la tendrán las bases en la consulta del 18 al 20 de diciembre. Salga lo que salga, la mitad del partido estará en contra de algo tan básico.