El tocomocho de la deuda catalana sirve para entender el interés de Sánchez por el control absoluto en la selección de los candidatos de las comunidades autónomas. Por la necesidad de imponer al partido el pacto con los independentistas, no se podía permitir la mínima disidencia. Para la candidatura en Andalucía, la más perjudicada por infrafinanciación como demuestra Fedea, colocó a la ministra de Hacienda  María Jesús Montero, la mano ejecutora del atraco, tan subordinada a los planes independentistas que ha asumido el argumentario completo que ellos le han dictado.

En los primeros días del pasado septiembre, el cerebro del pacto ERC-PSOE para la independencia fiscal de Cataluña, el soberanista Andreu Mas-Colell, difundió un relato funcional: que parezca beneficioso para todos. En La Ser, El País, La Vanguardia, urbi et orbi, el exconsejero catalán explicó cómo convencer a los andaluces sobre los beneficios de que les timen. Adoctrinó a la ministra de Hacienda sobre la combinación de los dos carriles, uno bilateral España-Cataluña y otro multilateral con todas las comunidades autónomas, entendiendo que este último sería un simple engañabobos, un chantaje mafioso. María Jesús lo cogió al vuelo y ha puesto toda su verborrea, vacía e insufrible, al servicio de la causa indepe.

No está sola en este sanchinfleo. Pilar Alegría, la ministra-candidata para Aragón, llevó el cuento para párvulos cocinado por Mas-Colell al paroxismo. En tu hipoteca, donde tenías 80, te vamos a dejar en 60, y por supuesto la casa seguirá siendo tuya, explicó a los aragoneses. Oscar López, el ministro destinado a convencer a los madrileños de las bondades del pacto PSOE-ERC -¡contra Madrid!-, fue más lejos que nadie. Sánchez te perdona la hipoteca, afirmó sin sonrojarse, sobre una quita cuya única condicionalidad es que perjudique a la comunidad autónoma por la que él es candidato.

Qué grandes vasallos de los indepes ha puesto el PSOE como candidatos. Ningún español pude ignorar que Illa y Sánchez son presidentes a cambio de permitir la creación de estructuras propias de un Estado en Cataluña

El timo de la estampita, en el que el estafador se hace la víctima. Yo consumo, tú pagas y, además, me aplaudes. Que Andalucía financie a los indepes catalanes 25.000 mossos para controlar fronteras, con recursos que se niegan para evitar el coladero de una inmigración irregular descontrolada y para la lucha contra el narcotráfico; o las “embajadas” a las que Illa dedica ya más fondos que los propios secesionistas que le hicieron president; o para pagar la persecución de la lengua común de todos los españoles, el español; o para amnistiar la malversación del dinero de la caja común del Estado.

Qué grandes vasallos de los indepes ha puesto el PSOE como candidatos. Ningún español pude ignorar que Illa y Sánchez son presidentes a cambio de permitir la creación de estructuras propias de un Estado en Cataluña, cesión a cesión. Si lo dudan, que lean Transición, el aviso que dejó escrito el historiador (¿facha?) Santos Juliá. Ninguno de los propagandistas sanchistas que facturan por anestesiar a la opinión pública desconoce que los secesionistas están arrancando condiciones que les faciliten el próximo 1-O al que aspiran indubitablemente. ¡No se hagan los tontos!

Las cuentas del procés reactivado por Illa se pagan con dinero público de todos los españoles, ese que según la socialista andaluza Carmen Calvo “no es de nadie”. Ya dieron prueba de ese “pensamiento” la ministra de Hacienda y sus camaradas con los ERE, que el 74% de los andaluces, según encuesta de Sigma Dos, sigue considerando un robo, a pesar del samaritano Conde Pumpido. Poner a los atracadores a dirigir el banco tiene consecuencias, ya lo creo. El timo de la deuda catalana -destrucción de la Agencia Tributaria incluida-, como están advirtiendo todos los expertos, de Fedea a la AIReF, representa una anomalía en la UE, un incentivo para malgastar dinero público.

Sanchistas y secesionistas de la mano están alineando al país con las sociedades de cultura “soviética” que miden eficacia por crecimiento del gasto, no por resultados

De chocolate del loro, nada. El Instituto de Estudios Económicos (IEE) publicó un estudio en el que se cuantifica el monto por ineficiencia en el gasto público en no menos del 14%, unos 60.000 millones de euros al año. El pacto de la deuda indepe provoca el mal del riesgo moral -gasta, que paga España- que arruina países. Sanchistas y secesionistas de la mano están alineando al país con las sociedades de cultura “soviética” que miden eficacia por crecimiento del gasto, no por resultados. A eso responde la “ilusión fiscal” que vende Montero, al servicio del independentismo y contra los andaluces.

En fin, el PSOE ha interiorizado tanto el proyecto independentista que no tiene otro futuro que ser su auxiliar. Inevitablemente, sin remedio.