«Ni concierto ni reforma de la financiación autonómica». La vicepresidenta primera se hace un lío. Nunca debió abrir la boca
Apenas unos días antes de que el PSOE pactara con ERC la concesión de un concierto económico para Cataluña a cambio de que la formación independentista hiciera president a Salvador Illa, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero, la ministra chisgarabís, había afirmado tajantemente que el PSOE estaba radicalmente en contra de conceder a Cataluña un concierto económico y que tal cosa no ocurriría. Y el miércoles, es decir, varios días después de que el PSOE hubiera ya pactado con ERC la concesión del privilegio, la propia ministra de Hacienda afirmó tajantemente que lo acordado con ERC ni es un concierto económico ni es una reforma al uso del modelo de financiación. Pero la ministra chisgarabís del Gobierno de España, que teme con razón no poder volver a pisar Andalucía sin que se le caiga la cara de vergüenza, trató, con la torpeza que le caracteriza, de negar lo que es un hecho indudable, porque efectivamente lo que el PSOE ha entregado a ERC es el sistema de concierto económico para Cataluña; y, con ello, una reforma fraudulenta del modelo de financiación y de la Constitución Española.
Y es un concierto económico porque lo pactado implica que la Generalitat recaudará todos los impuestos y abonará al Estado un cupo que se negociará bilateralmente entre el Gobierno de España y el Gobierno de Cataluña, del modo en que funcionan el concierto económico vasco y el convenio navarro. Y es una reforma fraudulenta del modelo de financiación porque implica que Cataluña saldrá unilateralmente del sistema general de financiación. Y es una reforma fraudulenta de la Constitución Española porque el acuerdo supone la transformación del sistema autonómico recogido en la Carta Magna en un modelo abiertamente confederal, y ello sin reforma constitucional y sin consulta a los ciudadanos españoles para que estos decidan democráticamente qué tipo de modelo de Estado quieren. Pero es la práctica política habitual del PSOE y la mentira mil veces repetida: primero niego que tal cosa vaya a producirse, después se pacta tal cosa con los independentistas cuyos votos necesitas para seguir en la Moncloa o alcanzar la Generalitat de Cataluña… y a continuación explicas que nunca negaste que fueras a conceder tal cosa o que tal cosa no es lo que todo el mundo ve que es. Los indultos jamás se concederían pero terminaron concediéndose. Y la amnistía era improcedente, innecesaria e inconstitucional para volverse después procedente, indispensable para la convivencia democrática y perfectamente constitucional. Y lo mismo ha vuelto a ocurrir en esta ocasión. Y lo que te rondaré, morena.
Se llama «concierto económico», privilegio e independencia fiscal, por mucho que a los socialistas les dé vergüenza llamar a las cosas por su nombre. No está siendo el mejor lustro para ser socialista de los de carnet en España, ciertamente
Tras la penúltima perfomance de la ministra chisgarabís, ERC respondió que si los socialistas no cumplían lo efectivamente pactado, rompería sus acuerdos con Sánchez. Los comprendo, y no solo porque los acuerdos están para cumplirse sino porque con este PSOE puedes conseguirlo todo. ¿Y por qué negar un pacto que has vendido como extraordinario para Cataluña y para el resto de España? No se entiende, salvo que sepas perfectamente que estás provocando la desmembración definitiva de España para que Sánchez pueda seguir unos meses más en la Moncloa.
Y este mismo jueves, tras la amenaza de ERC de hacer caer al Gobierno de España, breva que no caerá, los ministros Hereu y Redondo salieron al paso del penúltimo ridículo de la ministra chisgarabís para decir que el Gobierno cumplirá y «honrará» el pacto con ERC, se llame como se llame. Solo les falta arrodillarse físicamente, porque políticamente ya lo han hecho. Pero yo los ayudo: se llama «concierto económico«, privilegio e independencia fiscal, por mucho que a los socialistas les dé vergüenza llamar a las cosas por su nombre. No está siendo el mejor lustro para ser socialista de los de carnet en España, ciertamente.
Y lo que se ha pactado, diga lo que diga la ministra chisgarabís, ha sido una financiación singular, especial o mediopensionista para Cataluña, al margen (y contra) del resto de comunidades autónomas, para que Cataluña abone menos al Estado de lo que le corresponde, se reduzca la redistribución, se limite la solidaridad y se rompa la igualdad entre personas y entre territorios. Es la práctica habitual de la izquierda oficial que padecemos: que los ricos aporten menos y hasta que los pobres financien a los ricos. O sea, una vergüenza para el común de los ciudadanos de a pie, pero especialmente para quien se considere progresista. A efectos prácticos, es la concesión de la independencia fiscal para Cataluña: «Lo mío es mío y lo tuyo de los dos», máxima nacionalista que ha terminado asumiendo el PSOE de Sánchez, convertido por deméritos propios en el principal enemigo de España. Si el PSOE derrotó a Podemos convirtiéndose en Podemos, el PSC ha ganado finalmente al nacionalismo catalán convirtiéndose en uno de ellos. Enhorabuena a sus votantes: qué mejor forma de caer derrotado que convertirte en tu adversario.
Con el pacto entre el PSOE y ERC, se da vía libre al reconocimiento de Cataluña como nación política, al concierto económico que asegura su independencia fiscal y a la modificación del modelo de Estado actual
La ministra chisgarabís afirmó que el PSOE nunca concedería el concierto económico a Cataluña unos días antes de concedérselo. Pero la ministra chisgarabís no hacía más que recordar la posición histórica del PSOE, todo hay que decirlo: a favor del concierto vasco y del convenio navarro por estar recogidos en la Constitución Española, pero en contra de que semejante privilegio pudiera trasladarse a ninguna otra comunidad, dado que tal cosa era inviable y rompería la ya mermada igualdad en España. Para cuando la ministra chisgarabís volvió de sus vacaciones para repetir lo mismo que ya había dicho, la enésima traición ya había sido consumada. Y la posición histórica del PSOE ya era papel mojado. Es lo que tiene pertenecer a un partido y a un Gobierno que han hecho de la mentira su modo habitual de acción política.
Los hechos son los que son, lo nieguen, mientan como acostumbran o disimulen: con el pacto entre el PSOE y ERC, se da vía libre al reconocimiento de Cataluña como nación política, al concierto económico que asegura su independencia fiscal y a la modificación del modelo de Estado actual para convertirlo en una confederación asimétrica, todo ello sin modificación constitucional y sin que los ciudadanos españoles nos hayamos pronunciado. Esto es así diga lo que diga Mª Jesús Montero, flamante ministra chisgarabís del Gobierno de España.