Tonia Etxarri-El Correo

El tono conciliador que Pedro Sánchez empleó la semana pasada con el PP por si lo necesitaba para corregir el estropicio de la ley del ‘sólo sí es sí’ fue flor de un día. Con 105 delincuentes sexuales más beneficiados por la norma en estos últimos siete días, la sangría jurídica se torna insoportable, pero los intereses partidarios están frenando una solución rápida. Cuatro meses después de entrar en vigor, siguen los desajustes, cunde la alarma social y en La Moncloa siguen enredados en su disputa gubernamental. Con las ministras del ala oeste enceladas en la idoneidad de su ley y Sánchez en bucle. El presidente, que ha tenido que tirar por la calle de en medio con la reforma presentada por su partido, podría acelerar los trámites y dar carpetazo a una situación que se le está volviendo endemoniada. Pero como la solución viene de la mano del PP, porque sus aliados de ERC y EH Bildu le boicotean cualquier proceso que no cuente con Podemos, el Sánchez del ‘no es no’ a los populares no se deja ayudar porque, más que importarle el qué le interesa el quién. Es rehén de sus compañías.

De eso se hablaba ayer en la sesión de control del Congreso cuando Sánchez despreció la mano tendida del PP para marcarse una alusión populista y descalificar a la oposición: «Ustedes siempre están con los de arriba». ¿De dónde vienes? Manzanas traigo. ¿Qué hay de la excarcelación de violadores? Este Gobierno protege a la gente con el Salario Mínimo Interprofesional. Ése es el perfil de las respuestas del Gobierno a la oposición. Tanta prisa para reformar el Código Penal y ahora no encuentra el momento para poner fin a este despropósito ¿A quién perjudica la dilación de la reforma de la ley del ‘sólo sí es sí’? Según los expertos demoscópicos no es Podemos quien más pierde sino el PSOE. Debería ser Pedro Sánchez el más interesado en acelerar esta agonía legislativa, pero siente calambrazos cuando el PP le tiende la mano para que proceda, ya. Que está tardando.

Se nota que están en campaña por estos momentos gloriosos. Cuando se debate sobre la ley que beneficia a violadores y el presidente contraataca a quien le ofrece la oportunidad de resolver el desaguisado cuanto antes diciéndoles que insultan a los huelguistas sanitarios en un intento de capitalizar la inercia de la marea blanca en Madrid.

Estamos asistiendo a un espectáculo bochornoso con esta ley que, si está beneficiando a violadores, deja desprotegidas a las mujeres. El rechazo socialista se entiende porque es rehén de sus socios pero no se justifica. Que desde el Gobierno se siga arremetiendo contra los jueces señalándolos, como a los empresarios, es una práctica persecutoria anómala en un Estado democrático. La ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, acaba de anunciar su dimisión tras la polémica ‘ley trans’ que paralizó el Gobierno británico. En España nuestros gobernantes se inspiran más en regímenes de América Latina. Las ministras que deben dimitir están atornilladas a la poltrona.