Carme Chacón murió ayer a los 46 años de edad en su domicilio de Madrid. La política socialista fue hallada sin vida en su casa por una amiga después de que sus familiares llevaran varias horas sin poder contactar con ella. La que fue primera mujer ministra de Defensa en España, durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, padecía una cardiopatía congénita grave que, presumiblemente, fue la causa de su muerte.
La noticia, conocida ayer a última hora de la tarde, golpeó con toda dureza en el PSOE, apenas recuperado aún del reciente fallecimiento de quien fuera su predecesor al frente de Defensa, José Antonio Alonso. Los tres candidatos a la Secretaría General del partido, Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López, anunciaron de inmediato la suspensión de sus respectivas campañas.
Nacida en Esplugues de Llobregat (Barcelona), hija de un bombero originario de Almería y de una abogada catalana, divorciada y madre de un niño de ocho años, ingresó en las Juventudes Socialistas con 18 años y con 23 entró a formar parte del partido.
«Concienzuda, muy trabajadora, cabezota y valiente», así la recordaban ayer sus compañeros –Alfredo Pérez Rubalcaba, Leire Pajín, Soraya Rodríguez, José Blanco, José María Barreda, Susana Díaz, Javier Lambán, Ximo Puig…–, todos incrédulos e impactados. El ex presidente Rodríguez Zapatero estaba «destrozado», según sus más próximos. «Ha sido algo totalmente inesperado», admitían. Todos conocían su enfermedad, que ella no ocultaba. «Tengo un ventrículo obturado en un corazón del revés», decía.
La Comisión Gestora del PSOE emitió un comunicado poco después de conocerse el fallecimiento, expresando «el profundo dolor» de todos los socialistas por la muerte repentina de una «compañera y amiga».
«Siempre», añadía la nota, «desempeñó con tesón, eficacia, sensibilidad y valentía las responsabilidades encomendadas, desde la más humilde en su agrupación natal hasta las de diputada, ministra de Vivienda y primera ministra de Defensa de España». La Gestora, además, destacaba su trabajo en las diferentes ejecutivas de las que formó parte y hacía mención expresa a su candidatura a la Secretaría General del PSOE.
Su carrera política fue fulgurante. El primer cargo que ocupó fue como concejal del Ayuntamiento de su ciudad natal, donde llegó a ser primera teniente de alcalde. La entrada en el escenario de la política nacional se produjo de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero. Chacón fue uno de sus principales apoyos en el grupo conocido como Nueva Vía, el que le impulsó a la Secretaría General del partido.
Consiguió su primer acta de diputada por Barcelona en el año 2000. Cuatro años más tarde, con el triunfo electoral del PSOE, pasó a ocupar la Vicepresidencia Primera del Congreso. Fue diputada hasta el año 2013, cuando decidió abandonar el escaño para impartir clases en el Miami Dade College. Tras un año en EEUU volvió a concurrir a las elecciones en la lista por Barcelona y logró de nuevo escaño. Sin embargo, hace justo un año anunció su retirada definitiva de la política y comenzó «una nueva etapa profesional» como socia en un despaho de abogados. Volvía así al Derecho, al que había dedicado muchos años como profesora de Constitucional en la Universidad de Gerona.
Bajo la Presidencia de Zapatero, Carme Chacón fue ministra de Vivienda. Se mantuvo al frente de este Departamento durante un año. En abril de 2008, cuando estaba embarazada de ocho meses, el presidente del Gobierno la nombró ministra de Defensa. Su fotografía pasando revista a las tropas con un embarazo tan avanzado dio la vuelta al mundo. Su mandato fue todo menos anodino: con ella se produjo la retirada de tropas españolas de Kosovo, hubo de hacer frente a la piratería contra pesqueros españoles en aguas de Somalia y gestionar la presencia de las tropas en Afganistán.
Tras el anuncio de Zapatero en 2011 de que no competiría por un tercer mandato, Chacón y Rubalcaba tomaron posiciones para sucederle al frente del partido. Finalmente, ella perdió en el congreso del PSOE de 2012. A partir de ese momento fue tomando distancia, alejándose de la primera línea.
Ayer, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se sumó a las condolencias con un mensaje en el que la describía como «gran política con sentido de Estado».