EL MUNDO – 31/08/16
· Nuevo golpe a la cúpula del IS. Medios afines al grupo anunciaron ayer la muerte de su portavoz oficial Abu Mohamed al Adnani, destacado dirigente que había llamado a atentar en Occidente.
«El jeque Abu Mohamed al Adnani, portavoz del Estado Islámico, murió mientras supervisaba las operaciones para repeler las campañas militares contra Alepo», detalló Al Amaq, la agencia de noticias afín al IS, citando una fuente militar. Hace una semana el ejército turco y rebeldes sirios bajo la bandera del Ejército Libre Sirio lanzaron una operación en la provincia de Alepo y lograron arrebatar al IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés) la ciudad de Jarablus, en la frontera con Turquía.
Horas después del anuncio del IS, funcionarios de Estados Unidos han indicado que un ataque aéreo de la coalición internacional ha alcanzado a un alto responsable de la organización yihadista en la localidad siria de Al Bab, en el noreste de Alepo, sin precisar su identidad. En cualquier caso, Washington celebró la desaparición del portavoz del IS. «Ahora mismo el IS está bajo más presión que en cualquier otro momento», se jactó el general Joe Votel, jefe estadounidense en Oriente Próximo.
Taha Subhi Falaha –su verdadero nombre– nació hacia 1977 en Binnish (Siria), un enclave suní. Era uno de los principales prebostes del grupo que dirige Abu Bakr al Bagdadi. Al Adnani estaba a cargo del movimiento en suelo sirio y lideraba una unidad especial denominada Emni para desarrollar tareas de vigilancia interna y entrenar a los batallones que firmarían sangrientos ataques como los de París y Bruselas.
Al Adnani, el Goebbels del califato, era un viejo conocido de los servicios de Inteligencia sirios. Fue detenido en al menos tres ocasiones. Inició su viaje hacia el yihadismo en 2000 jurando fidelidad a Abu Musab al Zarqaui, el cabecilla de Al Qaeda en Irak, que perdió la vida en 2006 en un ataque estadounidense. Su objetivo inicial era librar la batalla contra Bashar Asad pero la invasión de Irak en 2003 trastocó sus planes.
Fue durante 2004 en Faluya donde se curtió y se granjeó el respeto de sus camaradas. Fue uno de los últimos combatientes en abandonar la ciudad iraquí. Tal fue su leyenda que Al Zarqaui le concedió amplios poderes para tomar decisiones sin la necesidad de consultarle antes. Al Adnani fue detenido por las fuerzas de la coalición internacional en la provincia iraquí de Al Anbar en 2005 y permaneció entre rejas durante un lustro. Su historial de servicio a la yihad le aupó a la dirección del IS, que aprovechó el polvorín sirio para expandirse y declarar en junio de 2014 su califato entre Siria e Irak.
Desde entonces Al Adnani era el rostro y la voz del IS además del líder de su estrategia de brutales ataques en Europa. En mayo el dirigente volvió a llamar a sus simpatizantes a firmar ataques allá donde se encontraran. «Musulmanes, embarcaos y apresurad el paso hacia la yihad. Corred y moveos para convertir el Ramadán en un mes de desastres para los infieles», musitó en una alocución eque corrió como la pólvora por foros y redes sociales.
Fiel a su mensaje de terror, el portavoz detalló desde septiembre de 2014 algunos de los métodos que luego secundarían sus acólitos en embestidas como la de Niza en julio. «Si no puedes hallar explosivos o munición, arrincona al infiel estadounidense, francés o de cualquiera de sus aliados. Aplasta su cabeza con una roca, mátalo con un cuchillo, arróllalo con tu automóvil, arrójalo desde un lugar elevado, estrangúlalo o envenénalo».
El óbito de Al Adnani coincide con el ocaso del califato, desangrado por la pérdida de territorio en Siria e Irak. «Simbólicamente su muerte es muy destacada. Refleja más ampliamente el declive del IS con un amplio número de sus altos cargos ahora muertos», señala a EL MUNDO Ayman al Tamimi, experto en yihadismo. «Si es el resultado de un bombardeo de la coalición, demuestra que la penetración de la Inteligencia de la coalición es muy alta».
EL MUNDO – 31/08/16