EL MUNDO 19/09/14
Si Escocia amanece reafirmada en la Unión, el primer ministro David Cameron y sus aliados en Better Together (Mejor Juntos) han reiterado en la campaña que el statu quo no tiene lugar en un Reino Unido postreferendo. Esbozamos el alcance de las propuestas unionistas para Escocia y sus posibles consecuencias para el resto del país.
¿En qué posición queda el líder del independentismo escocés?
La oportunidad de votar por la independencia sólo se da, según ha reiterado Alex Salmond en la campaña del referéndum, «una vez en la vida». El ministro principal de Escocia lleva tres años enfocado en su plan soberanista –desde la mayoría absoluta del SNP en las autonómicas de 2011– pero la potencial derrota no implica necesariamente su ocaso político. Particularmente si la victoria del no es tan ajustada como sugieren los sondeos.
Salmond no habrá alcanzado su máxima ambición, pero tiene garantizada la reforma política. Los líderes unionistas han prometido ampliar las competencias autonómicas para que Escocia tenga un Parlamento más poderoso sin los riesgos e incertidumbres que acarrea la ruptura con el Reino Unido. El sueño independista se desvanece en este hipotético escenario, pero en el horizonte queda una versión teóricamente fortalecida de la devo-max (más autonomía), que el Ejecutivo de Edimburgo quiso incluir en la papeleta electoral. Los analistas no descartan, sin embargo, que Salmond pase la batuta a su número dos, la formidable Nicole Sturgeon, antes de final de año.
¿Cuál es el pacto unionista?
Los tres partidos mayoritarios en Westminster –conservadores, laboristas y liberal demócratas– se han comprometido a un calendario de reforma política, que empieza hoy mismo. Si se cumplen las promesas, el Gobierno de Londres abrirá un periodo de consultas, el próximo octubre, que llevará a la redacción del Libro Blanco sobre la ampliación de las competencias autonómicas. El proyecto de ley de la cesión de nuevos poderes a Edimburgo, que ha de estar listo en enero de 2015, enmarcará el contexto de las generales de mayo de 2015. Escocia ganará margen de actuación en fiscalidad y gasto público, aunque el alcance de la reforma está todavía en el aire. Los laboristas son los más reacios a ceder pleno control al Parlamento de Edimburgo.
¿Qué consecuencias tendrá en el resto del Reino Unido?
Las concesiones prometidas a Escocia han despertado el genio nacionalista en el resto de Reino Unido. John Redwood, diputado tory y encendido euroescéptico, reclama estos días un Parlamento para Inglaterra. El académico Richard Wyn Jones advierte de que Gales está injustamente desatendida en el actual acuerdo autonómico. No son las únicas voces críticas de la tendencia centralista de todos los gobiernos británicos.Tras el calentón democrático del referéndum, se anticipa la convocatoria de una comisión constitucional que podría conducir a la federalización del Reino Unido.