EL CORREO – 25/03/15
· Un manifiesto reclama el apoyo del Parlamento europeo al antiguo líder abertzale, como «paso previo» a la «excarcelación temprana de los presos vascos».
El músico Fermín Muguruza presentó ayer en el Parlamento europeo una declaración firmada por 24 personalidades internacionales que exige la liberación del exlíder abertzale Arnaldo Otegi como prólogo a la «excarcelación temprana de los presos vascos». Entre quienes secudan la solicitud se encuentran los expresidentes de Uruguay, José Mújica, de Paraguay, Fernando Lugo, y de Honduras, José Manuel Zelaya, además del escritor paquistaní Tariq Ali, la Nobel de la Paz norirlandesa Mairead Maguire y el exalcalde de Londres Ken Livingstone.
También figuran personas que en anteriores ocasiones han respaldado iniciativas en favor del proceso de normalización vasco. Es el caso de Adolfo Pérez Esquivel, el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, el presidente del Sinn Féin, Gerry Adams, o el abogado sudafricano Brian Currin, que además actúa como mediador en este proceso y, paradójicamente, ayer acompañó a Muguruza y ofreció su propio discurso en la Eurocámara para decir que ETA no entregará las armas sin que existan gestos de los gobiernos de España y Francia porque lo consideraría una rendición.
Jornada, por tanto, de presos vascos en el Parlamento comunitario, donde se celebró el quinto aniversario de la denominada declaración de Bruselas por iniciativa del ‘grupo de amigos del País Vasco’ promovido por varios eurodiputados. Aquel documento elogiaba el camino emprendido por la izquierda abertzale en favor de las vías políticas y lo firmaban Desmond Tutu, la Fundación Nelson Mandela o el exjefe de gabinete de Tony Blair, Jonathan Powell, entre otros. Más allá de sus impulsores y su entorno, su repercusión en las instituciones y los partidos ha sido prácticamente nula.
«Arriesgó» por la paz
«Pedimos la libertad inmediata del hombre que supo arriesgar por la paz y la democracia», comienza el texto leído ayer por Fermín Muguruza en Bruselas. «Su liberación y final de la política de alejamiento, como paso previo a la excarcelación temprana de los presos vascos, son pasos necesarios para poder alcanzar una paz justa y duradera en la región», prosigue el documento.
El músico recordó que «muchos» de quienes secudan el manifiesto –hay representantes políticos, intelectuales, agrarios o sociales de varios países, como el académico esloveno Slavoj Zizek o la candidata a la Alcaldía de Montevideo, Lucía Topolansky, ex guerrillera del MLN-T– conocieron la cárcel y con posterioridad asumieron «grandes responsabilidades» en instituciones.
El documento denuncia que «el fin de la actividad armada de ETA, que ha demostrado su disposición a un proceso de desarme y de diálogo y reconciliación que tenga en cuenta el dolor de todas las víctimas, no ha traído consigo todavía respuesta positiva alguna por parte del Estado español» y recurre al discurso tradicional de la izquierda abertzale al apostar por una «solución sin vencedores ni vencidos» o criticar el «castigo» que sufren «los cerca de 500 presos vascos» por la dispersión.
En la misma línea, Currin invitó a las instituciones europeas a implicarse en el desarme de ETA, tras matizar que la banda terrorista propone «que las armas sean identificadas y destruidas», pero «esto no puede ocurrir sin la participación de los gobiernos». Otro de los «principales problemas» es «la cuestión de los presos». Según el mediador, la dispersión es la «política penal colonial del siglo XXI para la destrucción de la familia vasca».
EL CORREO – 25/03/15