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Resulta esclarecedora y muy juiciosa la columna que hoy nos ofrece en El Confidencial José Antonio Zarzalejos. Bajo el título «El caso es que Franco murió en la cama y Primo de Rivera fusilado» nos presenta el abuso de manipulación política que su acercamiento al presente supone: «Utilizar el pasado contubernio con el franquismo («el régimen») como arma arrojadiza en el ‘ring’ del espacio público español es de una escasez intelectual alarmante pero persistente». Para finalizar: «La justicia debida a las víctimas anónimas del peor episodio de nuestra historia poco tiene que ver, en realidad, con este trasiego de sepulturas que trata, entre otras cosas, de revivir un pasado yacente.»