EL CORREO 06/12/12
El 34 aniversario se celebrará por primera vez en el Senado, en un clima de enfrentamiento por las últimas medidas del Ejecutivo de Rajoy La Diputación de Gipuzkoa, en manos de Bildu, trabajará porque es una «fiesta impuesta».
BILBAO. La Constitución celebra hoy su cumpleaños más desangelado de los últimos años, lastrado por un desapego ciudadano creciente hacia la política, una crisis económica que ha puesto más en evidencia que nunca la vaciedad de algunos de los principios supuestamente protegidos por la Carta Magna, como el derecho al trabajo o a una vivienda digna, y las acusaciones de inconstitucionalidad contra varias de las últimas iniciativas del Gobierno de Mariano Rajoy. Entre ellas, los proyectos de nuevas tasas judiciales o de la Ley de Justicia Gratuita, la reforma educativa, las medidas contra los desahucios o la no actualización de las pensiones de acuerdo con la subida del coste de la vida.
Partidos e instituciones tampoco parecen muy por la labor de dar brillo a este 34 aniversario. A la habitual ausencia de las formaciones nacionalistas en el homenaje, que se celebrará este año por primera vez en el Senado al estar el Congreso en obras, se sumará tras un paréntesis de tres años la del Gobierno vasco.
Durante las tres décadas que el Ejecutivo autonómico estuvo en manos del PNV, ningún lehendakari acudió a la ceremonia. Esto cambió en 2009, tras el acceso de Patxi López a Ajuria Enea. «Es hora de prestigiar la Constitución y de ponerla en valor. Por eso estoy aquí», proclamó entonces el líder de los socialistas vascos. Las dos ediciones siguientes, López envió en su nombre a la consejera de Educación, Isabel Celaá. Este año, en cambio, no está previsto que asista ningún consejero. Fuentes de la Lehendakaritza consultadas por este periódico justificaron este desmarque por el estado de transición en que se encuentra el Ejecutivo, gobernando en funciones tras la victoria electoral del PNV y en pleno proceso de transmisión del poder.
Soberanismo catalán
Tampoco CiU mandará este año ninguna delegación, como ya ocurriera en 2011 y a diferencia de lo que venía haciendo tradicionalmente la federación catalana. Según informaciones de Europa Press, los representantes nacionalistas no tienen ninguna consigna de asistencia. A las secuelas del duro enfrentamiento que protagonizaron con el PP en las aún recientes elecciones autonómicas, a cuenta de los planes soberanistas de Artur Mas, se une el radical desacuerdo de la Generalitat con la reforma educativa impulsada por el ministro José Ignacio Wert y su impacto sobre el catalán.
Mientras, el PNV, Amaiur, ERC, el BNG y Geroa Bai mantendrán su plante habitual, y el líder de IU, Cayo Lara, sí irá al frente de una delegación de la Izquierda Plural, pero para denunciar el incumplimiento de la Carta Magna, por lo que no asistirá a los discursos ni a la recepción oficial. De todo el arco parlamentario, por tanto, solo asistirán las dos fuerzas mayoritarias –PP y PSOE–, y previsiblemente UPyD, Coalición Canaria, UPN y Foro Asturias. Y lo harán además en un ambiente enrarecido, como lo puso de manifiesto el comunicado difundido ayer por los socialistas con motivo de la efeméride, en el que aprovecha para recordar al gabinete de Rajoy las obligaciones que la Constitución impone a los poderes públicos en materia de igualdad, Justicia, Sanidad o Educación.
Entretanto, Bildu confirmó ayer que la Diputación de Gipuzkoa, gobernada por Martin Garitano, trabajará hoy «con normalidad» y ha dado a sus empleados la «oportunidad» de acudir a sus puestos de trabajo si lo desean, como ya ocurriera el 12 de octubre, Día de la Hispanidad; o el 25 del mismo mes, con la fiesta del Estatuto. A juicio de la coalición independentista, la de hoy es una celebración «impuesta» de un texto que supone una «apología de la imposición, la negación y la falta de derechos».
EL CORREO 06/12/12