La controversia creada en torno a la lucha antiterrorista y al modelo territorial es de tal calado que merece que el peso de la iniciativa recaiga sobre Zapatero. Quizás ahora sea capaz de perfilar esos grandes acuerdos de los que le gusta hablar pero que no acaba de concretar cuando se trata del PP.
La ventaja que en política tienen los acuerdos pactados entre fuerzas dispares es que la realidad va bajando los humos a los más petulantes. Cuando surgen las dificultades, si hay posibilidad de recambio, quien reparte la baraja opta por cambiar de socio y sigue el juego. En Euskadi ya han existido precedentes de recambio en la época de los gobiernos de Ardanza; pero ahora se trata del presidente Zapatero y su delicada legislatura desde que comenzó con la soga de ERC apretándole el cuello y con un Carod Rovira recordándole que él era el amo de llaves del gobierno de la Generalitat en Cataluña.
Blanco ha insistido estos días en que no estaban pensando desentenderse del apoyo de ERC, pero por si acaso, las negociaciones del Gobierno socialista con el PNV ha disparado las alarmas en ERC. A ver si les sustituyen por el PNV . Madrazo dice que «la sociedad no lo entendería» aunque, a juzgar por los resultados electorales de su partido en el País Vasco, se podría decir que la sociedad tampoco ha entendido el papel de EB compartiendo poltrona con el PNV.
El presidente socialista, que ha tenido que asumir la dirección de la reforma de los estatutos porque el debate dentro de su partido es lo más parecido a un diálogo de sordos (o de vagos, incluso, si se tiene en cuenta la recomendación del ministro Montilla al barón Rodríguez Ibarra de que se lea el proyecto catalán antes de opinar) tiene todos los frentes abiertos. Antes que el lehendakari, será Rajoy quien pase por La Moncloa. Un encuentro del que cabe esperar algo más que promesas de rondas o convocatorias inconcretas.
La controversia creada en torno a la lucha antiterrorista y al modelo territorial es de tal calado que merece que el peso de la iniciativa recaiga sobre Zapatero. Quizás ahora sea capaz de perfilar esos grandes acuerdos de los que le gusta hablar pero que no acaba de concretar cuando se trata del PP. ¿Qué fue de aquella comisión que acordaron crear Zapatero y Rajoy el pasado mes de enero para consensuar el modelo de Estado?
Por si acaso, el PNV se ha apresurado a negociar con el equipo de Solbes un paquete de medidas «las que nos deben» como el Cupo, los gastos del ‘Prestige’ y la ampliación de la Ertzaintza; dinerito contante y sonante que, aunque el parlamentario Erkoreka no quiera mezclarlo con un supuesto apoyo nacionalista a Zapatero en el Congreso, indudablemente, este tipo de intercambios son lo más parecido a un mercado persa, aunque no quede políticamente correcto reconocerlo. Para avanzar en la pacificación, sin embargo, hará falta algo más que cuadrar las cuentas.
Tonia Etxarri, EL CORREO, 3/9/2005