LUIS VENTOSO – ABC – 19/03/16
· Al margen del frustrante vodevil político, hay un país vibrante y que funciona.
La política española se ha tornado amena. Se acumulan los enredos bizarros, que a veces parecen tomados de una comedieta de situación, o de un capítulo algo flipado de «House of Cards».
El gran Pachi López –al que todo cargo le queda largo, debido a las discretas prestaciones de lo que habita bajo su espléndida mata de pelo– y la vicepresidenta Soraya están a punto de liar una tangana en el TC, algo bochornoso entre dos partidos constitucionalistas. Cuando el dinámico tribunal decida, tal vez ya estemos votando. Resumiendo: ganas de enredar.
Mientras tanto, un tío que quiere ser presidente tras ser goleado en las elecciones (simplemente porque se mira en el espejo y le encanta lo que ve), se pira a Bruselas para implorar ayuda a Tsipras tirándole de la manga en inglés por los pasillos. «Camarada Alexis, por caridad entre socialistas, dile a Pablito que no sea tan frío y castigador, que si no soy presidente me laminan, que me quedo sin curro Alexis». No es un tebeo de Ibáñez. Sucedió el jueves, a cargo de nuestro cada vez más espectacular Sánchez (ayer el hombre de Estado tuvo un día tranquilo: paseó planta por las Fallas de Valencia, donde para general alivio, el estruendo de los petardos de la mascletá le impedía hablar).
S&P rebaja la calificación de la deuda catalana, que ya era ínfima, debido a la estupenda idea de dejar España. Para celebrarlo, el planazo se refuerza: cartas a la UE presentando al «ministro de Exteriores» Romeva, insumisión chuleta contra las sentencias del TC, más avances para ir montando la República («estructuras de Estado», lo llaman, con esa fina pasión por el eufemismo que hacía que chorar a manos llenas se denominase 3%). En paralelo, Junqueras en Madrid, exigiéndole a Montoro que pague la fiesta de la mala cabeza contable de la Generalitat… y sufrague de paso con el dinero de todos los españoles las «estructuras» y la propaganda xenófoba.
En el planeta Mariano, calma zen, pero trabajando muy duro, eso sí: por lo visto, cuando pase la Semana Santa va a descolgar el teléfono y llamará a Sánchez. En Podemos, un caso para Íker Jiménez: se nos ha desvanecido Errejón. Siempre fue figura enjuta, algo así como la radiografía de sí mismo, pero ahora directamente no aparece, se ha volatilizado. Mientras tanto, el Lenin castizo de patrocinio iraní purga el Politburó alzaprimando Echenique, la máquina de reñir.
Pero hay otras realidades. Un país desbordado de gusto por vivir y que funciona. Estos días, 14,5 millones de españoles se subirán a sus coches para irse de vacaciones, la mayor cifra en seis años. En calles de sabor antiguo, los impresionantes pasos barrocos de Semana Santa mostrarán a una de las pocas naciones occidentales capaces de convertir su fe y su historia en un presente emocionante. Los afectos familiares, el auténtico maná español, se reactivarán con mesa y mantel (y bastante más morapio del debido).
Una naturaleza que permite esquiar a 200 kilómetros de unas playas de postal, donde la primavera ya se huele. Un país seguro, generoso y de sonrisa fácil, con las calles más animadas de una contrita Europa. ¿Qué no hay Gobierno? Bueno, nadie es perfecto.
LUIS VENTOSO – ABC – 19/03/16