Ramón Pérez-Maura-El Debate
  • Como al ministro debe parecerle poca cosa compartir la rueda de Prensa del consejo de ministros con otros tres titulares de carteras de menor nivel que la suya, la que siempre fue la cartera de Estado, después grabó un video que ha difundido en las redes y que no tiene desperdicio

Esta semana, nuestro simpar ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, Napoleonchu, nos ha dado otro momento de gloria como sólo él es capaz de generar. El pasado martes compareció en la rueda de Prensa del Consejo de Ministros para anunciarnos la Estrategia de Acción Exterior 2025-2028. Considerando que esta política se ha anunciado el 1 de abril, cuando ya había pasado uno de los dieciséis trimestres que tiene el periodo en el que se va a aplicar la estrategia, habrá que reconocer que se podía haber anunciado un poco antes.

Napoleonchu difundió después un video para dar a conocer las líneas maestras de su estrategia. Lo hizo desde el Palacio de Viana porque él es tan grande -no es una ironía- que es el único ministro que tiene un gran palacio para su uso exclusivo y particular. Ni cuando Fernando María Castiella vivía ahí con su familia se restringió el uso de Viana para el disfrute exclusivo del ministro. Pero Napoleonchu está muy por encima de todos los que le han precedido y Viana es suyo. Así que desde allí describió en un video una «estrategia de Estado, como lo es nuestra política exterior, coherente y con identidad propia. Es la voz de España que se oye en el mundo». Vayamos por partes. Una estrategia de Estado se negocia con los principales partidos de la oposición. Al menos con el primero de ellos. Por supuesto que eso no se ha hecho. Como me dice quien debería ser convocado a una negociación así, el ministro «reunió un día a varios portavoces de Exteriores, pero fue para una foto. No les dio ningún papel». Como es lógico con Napoleonchu, la política d’ état c’est moi.

Como al ministro debe parecerle poca cosa compartir la rueda de Prensa del Consejo de Ministros con otros tres titulares de carteras de menor nivel que la suya, la que siempre fue la cartera de Estado, después grabó el mencionado video que ha difundido en las redes y que no tiene desperdicio. Nos anunció que nuestra política exterior tendrá tres ejes para los próximos cuatro años. Es decir, que asume que Sánchez y él siguen hasta 2028. O más. Son:

1. «Levantar Europa». Si yo fuera Santiago Abascal saltaría sobre la pieza. No encontrarán en mí un discurso euroescéptico. Pero supongo que si hay que «levantar» algo, como mínimo será porque está más o menos derrumbado.

2. «Compromiso de paz, multiculturalismo, derechos humanos y derecho internacional». Francamente, no me parece muy original. ¿Quién declara un compromiso de guerra o contra los derechos humanos? Sí confieso mi oposición frontal al multiculturalismo, algo que estoy seguro de que si hubiera tenido una verdadera reunión de trabajo con los interlocutores del PP o de Vox, no lo anunciaría como política de Estado.

3. «Apuntalar la paz y la seguridad mundial y la protección de españoles en el exterior». Vuelve con la paz ahora en el contexto de la protección de los españoles. Confieso que no me parece mal que ésa sea una prioridad, aunque tampoco tengo la sensación de que la seguridad de los españoles en el exterior esté en su peor momento. Y es por eso que me sorprende doblemente que en una Estrategia de Acción Exterior no haya la más mínima referencia a Iberoamérica, ni al Mediterráneo, ni al Estrecho de Gibraltar y Marruecos, ni a la Defensa… ni a nada concreto.

En medio de ese vacío, nos ofreció uno de sus grandes momentos de gloria diciéndonos que el peso de España «es el mayor de nuestra historia». Con un par y la bandera de Tafalla. Hace falta ser iletrado. ¿Es que no sabe nada de los Reyes Católicos, de Carlos I, de Felipe II, del Rey Planeta o de Carlos III? Pero no hace falta remontarse a los Austria ni a un Borbón de hace más de 230 años. ¿De verdad se cree que el peso de España en la escena internacional supera al que tuvo con Don Juan Carlos bajo las políticas de Felipe González y José María Aznar? Ahora sólo intentan opacar al Rey para que no se vea la diferencia de cuando otros siempre estaban pendientes de lo que opinaba España. Algo que se finiquitó con Rodríguez Zapatero. El hombre que mueve la rueda.