EL MUNDO (16/09/16 Publicado 15/09/16 )
JORGE BUSTOS
Aunque Netflix triunfe en España con Stranger things, las dos temporadas de Narcos me parecen infinitamente superiores a ese ET-contra-Alien. Es terrible seguir, muerto a muerto, el hundimiento de un Estado ante el narcotráfico y sus aliados en la guerrilla comunista y dentro del sistema político, mediático y judicial, que acaba a los pies de Escobar. Y lo hace cuando el Robin Hood Paisa secuestra a la hija periodista del ex presidente Turbay y ésta muere accidentalmente al ser rescatada. Gaviria sale del entierro con su señora, insultado por los Turbay, y se rinde a Escobar. Inútil. La lógica del narco y su alianza con la guerrilla comunista -el M-19 asalta el Palacio de Justicia para destruir la documentación contra él- acaba hundiendo a Gaviria, que, con su íntimo subsecretodo, recurre a la guerra sucia, la abandona, vacila y naufraga. Queda claro que un Estado no puede aceptar jamás la paz del Narco.
Veinte años después, la Colombia oficial está a punto de convertirse en Narcolombia. La alianza de Santos y el ex presidente Samper con Cuba y Maduro chantajea con el señuelo de la paz -como Escobar en Narcos– a una sociedad aterrada. Y pretende que un plebiscito en el que bastaría un 13% de los votos afirmativos -¡aún con el 85% en contra!- rinda el sistema constitucional a los narcodemócratas y narcomarxistas que han decidido en Cuba, dónde si no, la entrega del país al mayor cártel del mundo, aliado del Chapo, los Soles y Al Qaeda. Le entregan un tercio del suelo cultivable -tres millones de hectáreas (ahora tiene uno), dejando seis para cultivos menos rentables-, 27 escaños en el Congreso, una cadena de radio con 30 FM y la impunidad total para los atroces asesinatos de las FARC durante décadas. Sobra dinero del Presupuesto y del Narco para denigrar a los políticos honrados que se niegan a aceptar esa Narcolombia de Santos que aquí defiende Prisa.
Ayer publicaba Pérez-Maura en ABC una gran entrevista con el ex presidente Pastrana, hoy unido a su rival Álvaro Uribe y a parte de la izquierda que antaño lo combatió. Dice que Samper fue elegido con el dinero del cártel de Cali y que controlará los cuatro millones de hectáreas -Uribe las dejó en 40.000- de Narcolombia. Por supuesto, parte de las FARC, el ELN y los Paramilitares no firman nada. Pero, con el cuento de la paz, el Narco destruirá Colombia.