EL CORREO 02/07/13
Policías destinados en el País Vasco se sienten «ninguneados» por los partidos y por el Gobierno del PP, que ha rechazado el homenaje que propugna el SUP
Agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) que han desarrollado su carrera profesional en Euskadi bajo la amenaza de ETA se sienten «ninguneados» por los partidos vascos y por el Gobierno de Mariano Rajoy. El motivo principal de su malestar reside en que las formaciones políticas han sido incapaces de aprobar, después de dos años de conversaciones y de «promesas incumplidas», una iniciativa elaborada por el Sindicato Unificado de Policía (SUP) del País Vasco dirigida a reconocer la labor del CNP, la Guardia Civil y la Ertzaintza en la lucha contra el terrorismo. Esta desazón, que ha permanecido latente en los últimos meses, ha vuelto al primer plano después de que el Parlamento de Navarra aprobase ayer la misma iniciativa que lleva paralizada en Euskadi desde el final de las pasadas elecciones autonómicas, cuando la irrupción de Bildu cambió drásticamente el reparto de fuerzas en el Parlamento vasco.
La declaración institucional aprobada ayer en Navarra contó con los votos a favor de UPN, PSN y PP, la abstención de I-E y el rechazo de Bildu y Aralar-NaBai. La Cámara reconoce y agradece el trabajo desarrollado por la Policía Nacional y la Guardia Civil, que «en condiciones muy adversas arriesgaron su vida en Navarra en defensa de la libertad, la democracia y la lucha contra el terrorismo». El acuerdo, propuesto por el PSN, considera también de «gran interés y justicia» que el Ministerio del Interior distinga con una condecoración o medalla a los agentes que hayan prestado su trabajo en Navarra durante 15 años. Por último, se solicita una modificación legislativa para establecer unas condiciones retributivas iguales a las que perciben los funcionarios de su misma categoría mejor pagados en cualquier otro lugar de España.
El portavoz del PSN, Roberto Jiménez, aseguró que este reconocimiento es «una labor de justicia» y censuró la oposición de los partidos abertzales a la iniciativa. «No vamos a consentir que alguien quiera equiparar verdugos y víctimas y que quieran basar el futuro de esta sociedad en verdades a medias», advirtió.
Por su parte, Patxi Zabaleta, representante de Aralar-NaBai, manifestó que «este tipo de condecoraciones no están de acuerdo» con el momento actual, ya que no ayudan a la «pacificación». Según dijo, resulta «imprescindible una autocrítica profunda también de los miembros de estos cuerpos y una modificación de sus formas de actuación y de las leyes en las que se apoyan».
Idea del SUP del País Vasco
En esencia, ésta es la misma iniciativa que ha encallado en Euskadi. La idea empezó a gestarse en el seno del SUP a mediados de 2011, cuando ya se barruntaba con el cese definitivo del terrorismo de ETA. Según las fuentes consultadas en el sindicato, la necesidad de llevar adelante esta propuesta «se hizo más evidente» cuando, a partir de la histórica declaración de ETA del 20 de octubre de 2011, empezaron a sucederse los homenajes a diversos colectivos, como los escoltas o los jueces, por su lucha contra el terrorismo. «Tenemos muchos compañeros que han sido asesinados, que han resultado gravemente heridos en atentados o que han sufrido graves secuelas sicológicas. Pero otros muchos sufren de formas que han pasado desapercibidas para la sociedad y que no se contabilizan en las estadísticas que elaboran los gobiernos. Personas con hijos que todavía hoy no pueden decir en qué trabajan sus padres o que no pueden ir a algunos sitios por ser policías», señalan fuentes del SUP del País Vasco.
En este contexto, tras mantener una serie de contactos con el PP, la propuesta llegó al Parlamento vasco de la mano de Carlos Urquijo, el actual delegado del Gobierno. El PSE presentó una enmienda para que se incluyese también a la Ertzaintza en el reconocimiento. La propuesta nunca llegó a ser votada. El adelanto de las elecciones «y el escaso interés de los partidos» dejó el homenaje en punto muerto.
A partir de ese momento, explican las mismas fuentes, los representantes del SUP entablaron también contactos con el grupo parlamentario del PP en el Congreso de los diputados para tratar de conseguir que el Ministerio del Interior accediese a conceder el reconocimiento. «A pesar de las buenas palabras que recibimos de los representantes populares aquí y en Madrid durante meses, lo cierto es que el Gobierno se ha negado en redondo a llevar adelante la iniciativa», censuran los mismos medios.