Germán Yanke, LA ESTRELLA DIGITAL, 23/6/2011
El Gobierno debe evaluar seriamente si la permanencia hasta el final de la legislatura precisa sumar al PNV a un tiovivo del que sale con votos en el Congreso pero trasquilado en las formas y en los contenidos. Y el primero que no debería querer presentarse ante los electores con ese tipo de mercadeo es el vicepresidente Pérez Rubalcaba.
A mí me parecería muy respetuoso que el PNV facilitara la convalidación del decreto de reforma de la negociación colectiva si, examinado su texto, tuviera un planteamiento coincidente con el Gobierno o hubiera pactado su cambio en el trámite como proyecto de Ley de un instrumento, complejo, para facilitar el entendimiento entre los agentes sociales en la marcha de la empresa. Sin embargo, el portavoz del PNV se ufana de haber logrado un “marco autonómico” en vez del estatal que, ya se me perdonará, en el caso del País Vasco –y con la intervención sindical incluso donde no haya representación- sirve más para ese proyecto de acumulación de fuerzas nacionalistas que para propiciar la iniciativa empresarial y la defensa de los derechos de todos los agentes sociales. Bien es cierto que si los empresarios guipuzcoanos están felices con el triunfo y el gobierno de Bildu en su territorio (curioso síndrome de Estocolmo), bien podrían dar palmas arruinándose en su propio marco autonómico (que, con el PNV detrás sería el síndrome de Suecia, más grande).
Menos mal que CiU se ha ocupado de otras cosas, como el absentismo, la relación de los salarios con la productividad y la flexibilidad porque el PNV, puestas las condiciones geográficas por encima de las económicas o sectoriales, aprovecha a continuación para burlarse: nunca ha conseguido tanto con una abstención, jaja, no ha tenido mucho que hacer para doblegar hasta al propio presidente del Gobierno, jaja, y miren lo que le llevamos a casa al tal López, jaja. El Gobierno debe evaluar seriamente si la permanencia hasta el final de la legislatura precisa sumar al PNV a un tiovivo del que sale con votos en el Congreso pero trasquilado en las formas y en los contenidos. Y el primero que no debería querer presentarse ante los electores con ese tipo de mercadeo es el vicepresidente Pérez Rubalcaba.
Germán Yanke, LA ESTRELLA DIGITAL, 23/6/2011