EL MUNDO – 19/06/15
· El Supremo rebaja aún más las penas a los ‘abertzales’ juzgados por las ‘herriko tabernas’.
Nadie entrará en prisión por el caso Batasuna, la primera gran investigación sobre el entorno político de ETA. El Tribunal Supremo puso ayer punto final a la investigación en torno a las finanzas de ETA y las herriko tabernas, rebajando aún más las ya menguadas penas que dictó el año pasado la Audiencia Nacional. El Alto Tribunal ha estimado parcialmente el recurso de varios de los condenados y ha aplicado la máxima rebaja posible por dilaciones indebidas a cinco de los 20 condenados por pertenencia o colaboración con organización terrorista.
Se trata de los principales dirigentes abertzales enjuiciados: Rufino Etxeberria, Joseba Permach, Joseba Alvarez, Karmelo Landa y Juan Cruz Aldasoro. Los cinco habían sido condenados a tres años de prisión por pertenencia, que ahora se quedan en un año y 10 meses de cárcel.
Al estar por debajo de los dos años, ninguno tendrá que ingresar en prisión de forma efectiva. Además, cuatro de ellos ya habían cumplido como preventivos los tres años impuestos en principio, por lo que no debían ingresar. Sin embargo, a Permach aún le quedaban unos meses por cumplir, por lo que estaba pendiente de la posible rebaja por dilaciones para esquivar definitivamente la cárcel.
A los cinco, la Audiencia Nacional les había aplicado la atenuante de dilaciones, pero no en su grado máximo como al resto, alegando que ellos habían continuado su actividad delictiva intentando refundar Batasuna tras estallar la operación policial. La sentencia del Supremo –de más de 700 folios de la que ha sido ponente el magistrado Juan Ramón Berdugo– estima que «no se puede dividir la causa, admitiendo dilaciones indebidas en la tramitación y excluyéndola o aplicando con menores efectos atenuatorios para alguno de los intervinientes».
La sentencia del Supremo llega 13 años después de que el ex juez Baltasar Garzón pusiera en marcha el sumario 35/02, que a su vez provenía de investigaciones anteriores. Desde entonces, la única fase que no ha sufrido retrasos ha sido la del Supremo, que ha resuelto el recurso en menos de un año y ha dictado una sentencia de 700 folios en solo un mes. Todo lo anterior había ido lento. Por ejemplo, Garzón dictó los procesamientos en 2005, pero hasta 2008 –con la ralentización de muchas causas por el proceso de paz– no cerró el sumario. El caso pasó a la Sección Segunda, que acabó actuando con tanta morosidad como el juzgado. El resultado: condenas por delitos que no bajan de seis años se han quedado en menos de dos.
El Tribunal también ha rebajado sustancialmente las condenas de inhabilitación, que para los principales acusados han pasado de los seis años a sólo un año y 10 meses. Además, se les impone la inhabilitación especial, mucho más limitada que la absoluta impuesta por la Audiencia.
Al margen de esas rebajas, el Supremo ratifica lo esencial de la condena dictada por la Sección Segunda de la Audiencia Nacional: que las herriko tabernas prestaban un servicio financiero a ETA y servían de infraestructura logística para otras organizaciones del entorno terrorista como Jarrai, Herri Batasuna, Ekin y Gestoras, todas ellas ya declaradas terroristas. La sentencia también confirma el decomiso de 107 de los 111 locales intervenidos.